El carnaval de Río de Janeiro, el más famoso del mundo, ya calienta motores para el intenso mes de febrero que le espera, que tendrá su ápice las noches del domingo 26 y lunes 27 con el famoso desfile en el Sambódromo de las escuelas de samba del Grupo Especial.
Para este final de semana se espera que miles de personas, desafiando el calor, bailen y canten tras blocos (comparsas musicales) como la Banda de Ipanema, el Bloco das Carmelitas o la Orquestra Voadora por las calles de esta ciudad brasileña en la que ya se respira carnaval.
Considerado por los cariocas como «la mayor fiesta del mundo», las cifras que genera el carnaval de Río de Janeiro son la mejor prueba de su inigualable magnitud.
La empresa municipal de Turismo, Riotur, calcula que 1,5 millones de turistas visitarán Río de Janeiro durante el carnaval de este año, con lo que el público total, entre cariocas y foráneos, debe llegar a 5 millones de personas, un 10 % más que el año pasado.
Según la Asociación Hotelera de Río de Janeiro, la tasa de ocupación durante la semana de carnaval debe ser del 80 %.
Los visitantes debe gastarse en la ciudad unos 3.000 millones de reales (unos 950 millones de dólares).
Para evitar que los participantes hagan sus necesidades en la calle, una de las críticas más habituales al público de los blocos, este año se instalarán más de 6.000 nuevos baños químicos, que deben llegar a los 31.800 en toda la ciudad.
La Alcaldía de Río de Janeiro ha autorizado para el presente carnaval el desfile de 452 blocos y bandas en las calles de la ciudad, 53 menos que el año pasado, y que realizarán un total de 578 desfiles.
La Alcaldía también autorizó a 4.500 vendedores ambulantes a acompañar los blocos y ofrecer bebidas y comidas para los participantes.
Todos los barrios de Río de Janeiro contarán con desfiles de blocos este mes.
Como es habitual, la guinda del pastel será el desfile en el Sambódromo de las doce escuelas de samba del Grupo Especial, previsto para las noches del domingo 26 y el lunes 27 de enero y que se espera que sea asistido por más de 60.000 personas desde las gradas de la avenida del Marqués de Sapucaí.
La importancia que tiene el carnaval carioca para la ciudad la remarcó el presidente de Riotur, Marcelo Alves, en el acto de presentación del dispositivo de seguridad para el evento.
«Sólo saldremos de la crisis si tratamos y ampliamos nuestra vocación para el turismo. Estamos es una situación muy vergonzosa y necesitamos y vamos a mejorar la situación. El carnaval es nuestro principal producto para impulsar el turismo en Río», explicó.
Para Alves, «el carnaval sobrepasa todas las barreras y no hay nadie en el mundo que no lo conozca y no quiera participar de todo esto. Lo tenemos que tratar como un negocio de mercadotecnia, para que nos traiga retorno financiero».
El carnaval de este año viene marcado por varias polémicas, la primera de las cuales la decisión de algunos blocos de vetar la interpretación de varias músicas habituales, como «Maria Sapatao» (Maria zapatona), «Cabeleira do Zezé» (La cabellera de Zezé), «Índio quer apito» (el Indio quiere pitar) o «O teu cabelo nao nega» (Tu cabello no lo niega), por considerarlas políticamente incorrectas y llenas de prejuicios.
Otra polémica la causó el anuncio de un bloco del carnaval de Salvador, que compite con el carioca para ser considerado el mejor del mundo, de desfilar en Río de Janeiro.
En Salvador, la capital del estado de Bahía (noreste), los blocos o tríos eléctricos siguen el ritmo del axé, música de procedencia afrobrasileña y que difiere de la samba que se escucha en Río.
Las críticas con las que fue recibida la presencia del bloco Eva en Río hicieron que su directiva desistiera de la idea.
El desfile de las escuelas de samba tampoco ha podido huir de la polémica, esta vez causada por la escuela Emperatriz Leopoldinense, que eligió homenajear este año a los indios y criticar el agronegocio, lo que generó duras críticas por parte del sector.
Quien quiera asistir al desfile en la famosa Avenida del Marqués de Sapucaí deberá rascarse el bolsillo. Los precios oscilan entre los 70 y los 160 dólares por persona y noche en la grada, entre 1.430 y 2.500 dólares para un grupo de seis personas en primera fila y hasta los 40.000 dólares que puede costar un camarote con todo tipo de lujo para ver seis escuelas una de las dos noches.
Quien no quiera pagar tanto, puede esperar al desfile de los campeones, que se celebra el sábado siguiente con la presencia de las seis primeras escuelas clasificadas.
Río de Janeiro, 4 feb (EFE).-