La economía de Estados Unidos cumplirá al final de junio dieciséis trimestres consecutivos de crecimiento, lento y sostenido, después de la recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas.
El Fondo Monetario Internacional dictaminó esta semana que la recuperación de la mayor economía del mundo «está ganando terreno», con una previsión de crecimiento de 1,9 % para 2013.
La Reserva Federal, que ha estado inyectando cuantiosos estímulos monetarios para sustentar la actividad económica, calculó en marzo que el producto interior bruto crecerá este año entre el 2,3 % y el 2,8 %, un poco menos que su expectativa tres meses antes.
Este ritmo de crecimiento no solo está por debajo del promedio de crecimiento del 3,4 % anual desde la Segunda Guerra Mundial, sino que es inferior a las tasas de incremento del 5 % y 6 % que se han visto a la salida de otras recesiones.
Durante la recesión, que siguió al colapso del mercado inmobiliario y que comenzó en diciembre de 2007 cuando el índice de desempleo era del 5 %, la economía de Estados Unidos perdió unos 8,4 millones de puestos de trabajo.
El índice de desempleo alcanzó su cima en octubre de 2009, con el 10 % de la fuerza laboral, y ha bajado lentamente al 7,6 % en mayo pasado. (Entre los hispanos el índice de desempleo alcanzó su cima en agosto de 2008 (13,1 %) y ha bajado al 9,1 % en mayo).
La Reserva Federal había prometido mantener sus incentivos monetarios -incluida la adquisición de bonos del Tesoro por unos 85.000 millones dólares mensuales- hasta que el índice de desempleo baje a alrededor del 6,5 %.
Durante la peor recesión en EEUU en casi ocho décadas, la economía perdió unos 8,4 millones de puestos de trabajo.
Según el secretario interino de Trabajo, Seth Harris, el sector privado ha estado añadiendo empleos durante 39 meses consecutivos y la economía ha generado casi 7 millones de puestos de trabajo.
Por su parte, Alan Krueger, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, indica que el sector privado ha acrecentado su empleo en 972.000 puestos de trabajo en lo que va de año.
Al ritmo actual de crecimiento del empleo se necesitarán casi cinco años para que Estados Unidos retorne al nivel de desempleo anterior a la recesión.
Y uno de los aspectos más preocupantes de la reactivación es que la lenta disminución en la tasa de desempleo es resultado, también, de la deserción de millones de personas que, desalentadas por la ausencia de puestos de trabajo con remuneración y beneficios, abandonan la fuerza laboral.
Según el Departamento de Comercio el gasto de los consumidores repuntó en los primeros tres meses del año a un ritmo del 3,4 %, el más alto en los últimos dos años.
El dato es especialmente significativo en una economía como la estadounidense en la que el consumo privado supone casi el 70 % del total del PIB.
Una de las razones de cautela para los consumidores es que el aumento de las sueldos sigue siendo un magro 2 % en los doce meses hasta mayo.
Por otro lado el ritmo de inflación se mantiene extraordinariamente moderado, teniendo en cuenta la magnitud de las intervenciones monetarias de la Reserva.
Algunos miembros del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal sostienen que ha llegado el momento de soltar el acelerador monetario antes de que la reactivación económica dispare la inflación.
Y otros miembros del mismo Comité argumentan que hay que apretar el acelerador para impedir una caída de los precios, o un aumento tan débil que estanque la inversión.
Washington, 16 jun (EFE).-