La presidenta argentina, Cristina Fernández, guarda silencio tras los adversos resultados de las elecciones primarias, mientras la oposición busca sumar apoyos y prepara propuestas de cara a las legislativas de octubre.
Según informaron fuentes oficiales, la mandataria se reunió hoy en la residencia presidencial de Olivos, a las afueras de Buenos Aires, con el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
Fernández compareció por última vez el pasado domingo tras conocerse los primeros resultados oficiales de los comicios, en los que el gobernante Frente para la Victoria (FPV), pese a seguir siendo la fuerza más votada, perdió gran parte de su caudal de votos y sufrió un fuerte revés en los principales distritos del país.
A nivel nacional, en las primarias para diputados, el oficialismo, que en las elecciones presidenciales de 2011 cosechó un 54 % de los votos que le valieron a Fernández la reelección, obtuvo un 26,31 %.
En su intervención del pasado domingo, la mandataria destacó la victoria «a nivel nacional», pero evitó comentar los resultados del FPV en provincias como la de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, donde su candidato, Martín Insaurralde, quedó cinco puntos por detrás del opositor Sergio Massa.
En declaraciones radiales, el candidato oficialista al Senado por la provincia de Buenos Aires Mario Ishii reconoció hoy que «fue muy grande el aluvión de votos» para Massa, actual alcalde de la localidad bonaerense de Tigre y exjefe de Gabinete de Fernández, de la que hoy es un crítico.
Ishii achacó lo malos resultados obtenidos por el oficialismo a que «la gente está enojada con al gestión de Cristina» Fernández.
Con casi un 98 % de los votos escrutados, Massa, cabeza de lista de candidatos a diputados por el opositor Frente Renovador (FR), obtuvo un 35,05 % en la provincia de Buenos Aires, frente al 29,65 % de Insaurralde.
En ese sentido, Ishii recordó que la derrota, que calificó de «histórica», en territorio bonaerense «nunca había ocurrido en la década de Gobierno».
Ishii alabó además la capacidad de Massa de «armar una lista en 40 días, salir a jugar», frente al desconocimiento existente sobre Insaurralde incluso después de la campaña.
A través de las redes sociales, la legisladora porteña Gabriela Cerruti, del FPV, reconoció que los resultados de las primarias fueron «una derrota electoral para el kirchnerismo».
«Nos fue mal. Felicitaciones a los que les fue bien. A entender qué pasó y a tratar de revertirlo en octubre o en el 2015». «Nos fue mal, admitámoslo», señaló en su cuenta de Twiiter.
Massa, por su parte, busca sumar nuevos apoyos, mientras prepara una batería de propuestas de cara a las legislativas del próximo 27 de octubre para mejorar la economía y luchar contra la corrupción.
«Hay que tratar de dejar de dividir para sumar», dijo hoy.
«Vamos a seguir con una campaña de propuestas. De acá a las elecciones de octubre vamos a presentar 60 proyectos de ley distintos sobre economía, salarios, jubilaciones y empleo joven», anticipó.
El líder opositor añadió que entre las propuestas figurarán también «iniciativas para bajar la carga impositiva en Argentina» y «para atacar la corrupción».
El tratamiento de los proyectos de ley que presente el Frente Renovador dependerá del oficialismo, que actualmente tiene mayoría en ambas cámaras del Congreso argentino, cuerpo que cambiará de composición en diciembre próximo a partir de los comicios de octubre, en los que se pondrán en juego 24 bancas en el Senado y 127 en la Cámara de Diputados.
Los resultados de las primarias plantean un panorama sombrío para Cristina Fernández de cara a las presidenciales de 2015, ya que, para aspirar a un tercer mandato debería lograr en las legislativas apoyos parlamentarios suficientes para forzar una reforma constitucional.
Además, los comicios han fortalecido el liderazgo de Massa, quien, según analistas, podría perfilarse como candidato para 2015.
«Hablar de 2015 sería una falta de respeto», dijo, sin embargo, hoy Massa.
Buenos Aires, 13 ago (EFE).-