Bangkok, 18 ago (EFE).- Agentes de la policía científica de Tailandia examinaban hoy en busca de pruebas la zona del centro de Bangkok donde el lunes estalló una bomba que causó una veintena de muertos y un centenar de heridos, muchos de ellos turistas.
El atentado ocurrió al anochecer en hora punta cerca del templo hinduista de Erawan, situado junto a grandes cadenas hoteleras y centros comerciales, y frecuentado por locales y visitantes extranjeros, sobre todo asiáticos.
Las autoridades situaron esta mañana en 20 el número de muertos, según el diario The Nation, minutos después de que en declaraciones al Canal 3 un portavoz policial elevara el balance de víctimas a 22.
En su último comunicado de anoche la policía había fijado el balance provisional en 19 muertos y 123 heridos, muchos de ellos turistas chinos, taiwaneses y singapureses.
Los alrededores del templo quedaron acordonados esta mañana mientras la policía buscaba indicios que ayuden a esclarecer la identidad de los responsables de este atentado, que no tiene precedentes en la capital, y cuya autoría no ha sido reivindicada.
El Gobierno tailandés aseguró que el ataque trata de dañar la industria turística del país, fundamental en la debilitada economía tailandesa, pero indicó en un comunicado que «aún es demasiado pronto para especular sobre qué grupo podría ser el responsable».
Las autoridades desvincularon el atentado de la insurgencia separatista que desde hace once años golpea tres provincias de mayoría malaya musulmana en el extremo sur del país.
El jefe del Ejército y viceministro de Defensa, Udomdej Sitabutr, dijo en una entrevista a la televisión que ni las características del atentado ni el tipo de explosivo concuerda con el utilizado en este región del sur.
Los atentados con bombas y tiroteos ocurren casi a diario en esa zona a causa de un conflicto que en los últimos once años ha causado más de 6.500 muertos, pero que hasta la fecha no ha actuado fuera de su territorio.
Bangkok ha vivido en relativa calma sin apenas incidentes violentos desde que el Ejército tomó el poder en un golpe de estado el 22 de mayo de 2014, tras meses de protestas antigubernamentales.
En febrero, dos personas resultaron heridas leves al estallar dos bombas de escasa potencia en el acceso a un exclusivo centro comercial, situado a pocos metros del atentado de anoche, y cuya autoría aun no ha sido esclarecida.
