Bruselas, 4 ago (EFE).- El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, y el primer ministro británico, David Cameron, analizaron hoy en Mons el impacto de la crisis ucraniana sobre la seguridad de Alianza y consideraron el refuerzo de los equipos de defensa a largo plazo.
Tras su reunión con Rasmussen, Cameron manifestó su apoyo al plan del general estadounidense Philip Breedlove, comandante supremo aliado en Europa, «de reforzar la sede de la OTAN en Polonia, adelantar equipos y suministros y programar una serie de ejercicios que dejen claro que no nos dejaremos intimidar por el comportamiento agresivo de Rusia».
El primer ministro británico explicó que, como respuesta a la crisis de Ucrania, los aliados han reforzado su presencia en el Este de Europa con barcos, aviones y tropas adicionales y recalcó que en la cumbre de la OTAN de Gales del 4 y 5 de septiembre próximos habrá que acordar cómo mantener tal presencia en los próximos meses.
Cameron abogó por la creación de «una gran fuerza multinacional» que pueda desplegar rápidamente en el territorio de un aliado que se sienta amenazado.
«Esto daría garantías claras a cualquier aliado vulnerable y dejaría claro a cualquier agresor que un ataque contra uno sería un ataque contra todos», añadió.
El primer ministro británico hizo estas declaraciones tras visitar el cuartel de mando de las operaciones aliadas en Mons, SHAPE, donde junto a Rasmussen mantuvo una reunión con el general Breedlove.
El secretario general de la Alianza, por su parte, explicó que se están analizando de cerca «las fuerzas que necesitamos, dónde deberían ser desplegadas, su capacidad de respuesta rápida y cómo reforzarlas».
Rasmussen señaló que, en el mismo día en que se conmemora en Bélgica el centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, «nuestra paz y la seguridad están una vez más siendo puestas a prueba, ahora por la agresión de Rusia contra Ucrania».
«El derribo criminal de vuelo MH17 (el pasado 17 de junio en Ucrania) ha dejado claro que un conflicto en una parte de Europa puede tener consecuencias trágicas en todo el mundo», añadió.
El encuentro de hoy se produjo al margen de las conmemoraciones por la Primera Guerra Mundial en Lieja, Mons y Lovaina y permitió trabajar en los preparativos de la cumbre aliada de Gales.
Rasmussen dijo que la OTAN está decidida a proteger a todos sus aliados frente a cualquier amenaza y recordó que la Alianza ya ha tomado medidas para reforzar su defensa colectiva por tierra, mar y aire en vista de las acciones de Rusia en Ucrania.
El secretario general explicó que la cumbre de septiembre será un punto de inflexión para la Alianza, ya que permitirá adoptar un plan de acción para impulsar su preparación.
Los planes de defensa están bajo revisión, se está llevando a cabo un nuevo ejercicio y los aliados están considerando vías para reforzar la NRF (Fuerza de Respuesta de la OTAN) para que pueda actuar rápidamente ante cualquier reto, añadió.
Rasmussen admitió que estos nuevos planes son ambiciosos y harán falta recursos, al tiempo que adelantó que en la cumbre espera que los aliados contraigan un «compromiso fuerte» para invertir más en defensa mientras sus economías se recuperan.