Irán está preparado para una «primavera árabe» similar a la que se ha producido en países como Túnez o Egipto, que puede acabar desde dentro con el régimen teocrático de los ayatolá, dijo hoy a Efe Maryam Rajavi, líder del Consejo Nacional de la Resistencia iraní (NCRI, por su siglas en inglés).
En una entrevista con Efe en Madrid, Rajavi, que lidera el principal movimiento opositor iraní, señaló que la «única alternativa viable» para acabar con el régimen dictatorial que preside Mahmud Ahmadineyad «pasa» por el NCRI, un amplio movimiento «organizado dentro y fuera del país».
Rajavi visita estos días España donde busca el apoyo de políticos y medios españoles a su causa y que el NCRI sea reconocido como el «interlocutor oficial» de Irán, algo similar a lo que ya han logrado los opositores sirios en el exilio con respecto al régimen de Bachar al Asad.
La líder opositora cree que ha llegado un «momento crucial» para el país persa y para la seguridad mundial que pasa por un cambio en el gobierno de Irán, cuyo régimen «solo sobrevive a base de intimidación, torturas y ejecuciones», «que práctica en su mayor parte contra simpatizantes del NCRI».
Para Rajavi, la negociación «resulta inútil» para frenar un régimen que ha radicalizado su represión contra la población y «asusta al mundo» con su política nuclear y el apoyo a organizaciones terroristas.
La dirigente opositora también rechazó una intervención militar extranjera en el país, y reiteró su defensa de un cambio basado en los propios ciudadanos que, según aseguró, «están preparados y son una opción para asumir la democratización del país» de una forma pacífica.
Más de «dos mil simpatizantes de nuestro movimiento han sido ejecutados» por el régimen iraní en los últimos años, entre los que se incluyen cientos de jóvenes, médicos, profesores, estudiantes o blogueros, destacó.
«Han llegado a matar a doce miembros de una familia por apoyar económicamente a la oposición», denunció Rajavi al mostrar un libro con fotografías de ciudadanos que han sufrido la represión del sistema, entre la que figura la de su propia hermana, ejecutada cuando estaba embarazada.
El NCRI persigue instaurar en Irán un sistema político democrático «basado en el voto popular», un sistema «plural, con libertad de partidos y asambleas», dice el manifiesto del movimiento que han presentado a varios parlamentos y al Consejo de Europa.
«En el Irán libre de mañana la pena de muerte será abolida», así como cualquier discriminación sobre la mujer y se establecerá la separación entre religión y estado, subraya el manifiesto.
En opinión de Rajavi, acabar con el régimen de Admadineyah no sólo será bueno para la población, sino también para la estabilidad regional y la seguridad de todo el mundo, al poner fin a la «amenaza nuclear» y al apoyo que su gobierno presta a organizaciones terroristas en la zona.
La líder opositora encuentra similitudes entre la situación de Siria e Irán, cuyos regímenes tienen una gran contestación dentro de sus países pero cuentan con apoyo internacional de naciones como China o Rusia, que contribuyen a mantenerlos.
Rajavi cree además que Irán ha decidido apoyar al Gobierno sirio porque está convencido de que si Bachar al Asad cae, el próximo en «venirse abajo» será el propio régimen iraní.
La líder opositora, que llegó ayer a España, ha sido invitada al país por un grupo de parlamentarios y senadores y, según explicó, mantendrá encuentros con miembros del Comité de Asuntos Exteriores del Senado español, a quienes expondrá sus planteamientos sobre el futuro de Irán.
También participará mañana en una conferencia en la capital española que tendrá como tema central la actual situación de Irán y la búsqueda de alternativas al régimen teocrático de los ayatolá.
Rajavi, elegida en 1993 como presidenta del NCRI, una organización que también actúa de facto como un parlamento en el exilio, dijo que seguirá luchando hasta lograr que los actuales líderes de su país sean llevados ante las cortes internacionales de Justicia y sean condenados por crímenes contra la humanidad.