El ministro de seguridad pública, Marco Mendicino, no descarta la posibilidad de una prohibición nacional de las armas de fuego en Canadá y asegura que el gobierno federal está dejando “todas las opciones sobre la mesa”.
Mendicino argumentó que el proyecto de ley de control de armas recientemente presentado en Ottawa es un «paso en la dirección correcta» para mitigar la violencia armada en todo el país, pero no eliminará el problema por completo.
“El proyecto de ley C-21, si bien es un paso significativo y el más ambicioso en una generación, por sí solo no erradicará la violencia armada. Tenemos que invertir en nuestra policía, tenemos que asegurarnos de que estamos protegiendo nuestras fronteras, tenemos que introducir una política de armas inteligentes y también tenemos que asegurarnos de que estamos abordando los delitos con estas en su raíz”, sostuvo.
El lunes, Ottawa anunció la legislación propuesta, que en parte congela a nivel nacional la importación, compra, venta o transferencia de armas de fuego.
No prohíbe por completo el arma de fuego, lo que permite que los propietarios actuales continúen poseyéndolas y usándolas, pero tiene como objetivo restringir el número que ya existe en Canadá.
Entre otras medidas, también permitiría retirar las licencias de armas a las personas que cometen actos de violencia doméstica, brindar más herramientas para investigar estos delitos, fortalecer las medidas fronterizas para prevenir el contrabando y crear una nueva ley de “bandera roja” que exija a las personas que se consideran un peligro para ellos mismos o para otros para entregar sus armas de fuego a la policía.
Los críticos del proyecto de ley, y específicamente del congelamiento de armas de fuego, indican que injustamente apunta a los propietarios legales de estas altamente examinados en lugar de a los delincuentes que las obtienen ilegalmente.
Mendicino refutó esta afirmación.
“El proyecto de ley C-21 no se enfoca en los propietarios respetuosos de la ley, se enfoca en la violencia con armas de fuego, se enfoca en el crimen organizado”, aseveró.
El gobierno federal se había comprometido previamente a trabajar provincia por provincia en las prohibiciones de armas de fuego, lo que, según argumentaron los defensores del control de estas, solo crearía un sistema de mosaico de diferentes enfoques.
En 2020, Ottawa prohibió 1.500 armas de estilo asalto y, al mismo tiempo, anunció un próximo programa de recompra.
Cuando se le preguntó cuándo comenzaría este, Mendicino dijo que están decididos a comenzar el proceso «a fines de este año».