En lo que parece una escena de una película de ciencia ficción, la NASA estrellará una nave espacial contra un asteroide distante para ver si puede empujar su órbita, todo en un esfuerzo por probar una forma de proteger a la Tierra de posibles amenazas futuras.
La buena noticia es que no hay necesidad de entrar en pánico: el asteroide, que es parte de un sistema binario, o de dos cuerpos, no es una amenaza para nuestro planeta, y no hay ninguno conocido que se dirija hacia nosotros durante al menos los próximos 100 años. Sin embargo, las agencias espaciales como la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de EE. UU. quieren estar preparadas en caso de que alguna vez surja una amenaza.
La Prueba de redirección de doble asteroide (DART) de la NASA está probando una forma en la que una nave espacial puede empujar un asteroide en curso de colisión con la Tierra fuera de su órbita.
A las 7:14 p.m. ET de hoy, la nave espacial del tamaño de un refrigerador se sumergirá en Dimorphos, una pequeña luna que orbita alrededor de su compañera más grande, Didymos, a aproximadamente 6,6 km/s.
El objetivo no es sacar a Dimorphos de la órbita, sino cambiar su órbita de 12 horas alrededor de Didymos en 10 minutos. Esto significa que los científicos sabrán en aproximadamente 12 horas si tuvieron éxito.
