MONTREAL – No era lo que muchos profesores querían escuchar: las juntas escolares de inglés en Quebec no contratarán personas que usen símbolos religiosos por el momento.
A pesar de una victoria judicial sobre el controvertido proyecto de Ley 21 de la provincia el martes, la junta y algunas personas cuyos planes de vida están en juego, tienen que poner esos planes en espera después de que el gobierno dijo que apelaría.
“El gobierno decidió apelar, incluso antes de tener la oportunidad de leer la sentencia en su totalidad, y dejó las cosas en suspenso por un tiempo. Tendremos que ser pacientes un poco más ”, argumentó el presidente de la Junta Escolar de English Montreal, Joe Ortona.
Ortona dijo que, sin embargo, está convencido de que una victoria en la apelación es una conclusión inevitable.
“La Corte Suprema ha anunciado durante los últimos 30 años que la Sección 23 protege los derechos y la cultura de las minorías; siempre lo han dicho”.
«Derechos de las minorías» en este caso, por supuesto, significa los derechos de las juntas escolares inglesas en lugar de los derechos de las minorías religiosas afectadas por el Proyecto de Ley 21, legalmente hablando. El fallo del martes aseveró que las juntas como la EMSB podrán contratar maestros con símbolos religiosos porque imponerles el proyecto de ley violaría sus derechos para determinar su propio sistema escolar en inglés.
Pero el mismo retraso debido a la apelación se aplicará a todas las demás juntas escolares de idioma inglés en Quebec, verbalizó Russell Copeman de la Asociación de Juntas Escolares de Inglés de Quebec.
Haniyfa Scott, que enseña en la escuela primaria Carlyle en la ciudad de Mount Royal, puede mantener su trabajo y usar su hijab, porque los empleados actualmente en las juntas escolares de inglés no se ven afectados por el proyecto de ley 21, como antes.
Pero declaró que está decepcionada de que la decisión del gobierno de apelar el fallo signifique que la ley sigue en vigor por ahora.
“Hubiera esperado que nuestra junta escolar hubiera contratado a algunas personas y las hubiera tenido esperando entre bastidores, para que tan pronto como suceda, pudieran venir”, planteó, “porque estoy segura de que hay personas calificadas que pueden encajan en el trabajo, pero no pueden porque llevan un hiyab».
