El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, recibió hoy 30 días de prisión preventiva durante una vista judicial celebrada en las dependencias de la policía en las afueras de Moscú donde se encuentra desde que fue detenido anoche a su regreso de Alemania.
«Me han impuesto 30 días de prisión preventiva, hasta el 15 de febrero de 2021», escribió Navalni en su cuenta de Twitter desde la misma sala.
Detenido al llegar a Moscú
Navalni fue detenido en Moscú a su regreso de Alemania, donde durante casi cinco meses se había recuperado de un envenenamiento con un agente tóxico militar, del que ha responsabilizado directamente al presidente de Rusia, Vladímir Putin.
El político, de 44 años y principal enemigo del mandatario ruso, fue interceptado por agentes de la Policía en el control de pasaportes del aeropuerto Sheremétievo de Moscú, que impidieron que le acompañara su abogado, de acuerdo con su portavoz, Kira Yarmysh.
Feliz de regresar a Rusia
«Puedo decirles que estoy completamente feliz de haber regresado y que es mi mejor día en los últimos cinco meses», dijo Navalni con una imagen del Kremlin como fondo momentos antes de ser detenido.
«Esta es mi casa. Todos me preguntan si tengo miedo. No tengo miedo. Voy al control de pasaporte completamente tranquilo», afirmó Navalni, contra quien el Servicio Federal Penitenciario (SFP) de Rusia, había emitido una orden de busca y captura.
El SFP acusa a Navalni de incumplir las condiciones de una pena de cárcel suspendida de 3,5 años dictada contra él en 2014 y ha pedido a la Justicia que ordene su ingreso en prisión.
El opositor, subrayó el SFP en un comunicado «estará detenido hasta que resuelva la Justicia».
El único adversario de Putin
«A Alexéi intentaron matarlo. No pudieron y ahora tratan de encarcelarlo por una condena que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró ilegal», escribió en Twitter Yarmysh.
«Todos entendemos que Putin tiene un solo adversario: Navalni. Y ahora vemos cómo él trata de acabar con Alexéi ante nuestros ojos», añadió la portavoz, quien viajó con el activista anticorrupción y la esposa de éste, Yulia, de Berlín a Moscú.
«Alexéi no tiene miedo, yo no tengo miedo y vosotros no tengáis miedo», dijo a su vez la esposa de Navalni al salir del aeropuerto, donde decenas de personas corearon su nombre.