La FIFA anuncia mañana en Sao Paulo las ciudades sedes de la Copa Confederaciones 2013 y el sistema de venta de entradas de este torneo que le servirá a Brasil como prueba para la organización del próximo Mundial.
El campeonato se jugará del 15 al 30 de junio en entre cuatro y seis ciudades, de las que hasta ahora han sido confirmadas Río de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte y Fortaleza, mientras que Recife y Salvador están en vilo debido al cierto retraso en las obras de construcción de sus respectivos estadios.
La Copa Confederaciones congregará a Brasil como anfitrión, España, en calidad de campeona del mundo y los ganadores de los torneos continentales: Uruguay, México, Japón, Tahití, Italia (como subcampeona de Europa) y el vencedor de la Copa África que se juega entre los próximos enero y febrero.
Las autoridades brasileñas quieren llevar la Confederaciones al máximo de ciudades posibles, como un aperitivo del Mundial de 2014, que tendrá doce sedes distribuidas por todo el gigantesco territorio del mayor país de Suramérica.
Los responsables de Recife y Salvador han prometido que terminarán las obras a tiempo, como máximo el próximo abril, dos meses antes del inicio del torneo, para intentar convencer a la FIFA.
El anuncio de las sedes y del sistema de venta de entradas se realizará mañana a las 10.00 hora local (12.00 GMT) en el Museo del Fútbol de Sao Paulo, con la presencia de Ronaldo, miembro del comité organizador del Mundial; el ministro del Deporte de Brasil, Aldo Rebelo y el director de Marketing de la FIFA, Thierry Weil.
El pasado mayo la FIFA anunció el calendario de juego que tendrá la Copa Confederaciones en el caso de que cuente con seis sedes, aunque entonces también anunció que ha preparado dos alternativas con cinco y cuatro ciudades.
En cualquier caso, Brasil será el cabeza del grupo A y jugará el partido inaugural en el estadio Nacional de Brasilia, con capacidad de 71.000 espectadores.
La FIFA no definió la posición de ningún otro participante, ni siquiera de España, la campeona del mundo y de Europa, a la que le correspondería encabezar el grupo B si se sigue la lógica de ediciones anteriores.
La final se jugará en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, que será inaugurado con todas sus reformas el próximo febrero, según la previsión de los responsables de la obra.
El sorteo de los grupos y los partidos de la Confederaciones se realizará en Sao Paulo el próximo 1 de diciembre.