Olivia moverse usando una bicicleta, un servicio de auto compartido o un pase de tránsito no solo le ha ahorrado dinero, sino que a menudo es más agradable.
Si bien moverse por Montreal no es difícil sin un vehículo personal, las autoridades no está segura de que hacerlo sea tan fácil en muchas otras ciudades canadienses. Y con el costo altísimo de la gasolina y los vehículos nuevos, los expertos en tránsito urbano dicen que el resto de Canadá debería buscar en Montreal lecciones sobre cómo impulsar la cultura del ciclismo.
Stein van Oosteren, portavoz de una asociación de ciclistas con sede en París, dice que es el momento adecuado para que las ciudades canadienses logren grandes avances para cambiar la forma en que la gente se mueve.
Van Oosteren, que creció en los Países Bajos antes de mudarse a Francia, aseguró que el auge del ciclismo en ambos países se debió en parte a los altos precios de la gasolina.
A principios de la década de 1970, “Holanda era como Canadá hoy: un país centrado en el automóvil, donde este era la base del transporte, y era muy desagradable y peligroso viajar en bicicleta”, confesó van Oosteren, quien estuvo en Montreal esta semana para hablar en el festival de bicicletas Go vélo.
Eso comenzó a cambiar debido a una campaña por calles más seguras, lanzada en respuesta a la muerte de una niña de seis años que fue atropellada por un automóvil y a la escasez de gasolina provocada por la crisis del petróleo de 1973.
En Francia, las bicicletas comenzaron a ganar popularidad en 2018, cuando un aumento de impuestos elevó el precio de la gasolina a casi $3 el litro, sostuvo. En París, mientras tanto, ese crecimiento continuó cuando el gobierno local creó rápidamente ciclovías temporales en 2020 para alentar a las personas a disfrutar del aire libre al comienzo de la pandemia de COVID-19, dijo. Muchos de esos caminos se han vuelto permanentes.
Montreal, agregó, es líder en ciclismo en América del Norte, particularmente debido al enfoque de la ciudad en la construcción de una red contigua de carriles para bicicletas que están protegidos del resto de la calle. Los carriles protegidos atraen a una amplia gama de usuarios porque la infraestructura aumenta la sensación de seguridad de los ciclistas.
En América del Norte, la mayoría de los viajes en bicicleta los realizan hombres que son ciclistas experimentados, dijo Owen Waygood, profesor de ingeniería de transporte en Polytechnique Montréal. Una infraestructura más segura, dijo, atraerá a más mujeres, personas mayores y niños.
Los contadores de bicicletas, sensores automáticos que detectan y cuentan a los ciclistas que pasan, indican un aumento en los usuarios de las nuevas rutas que forman parte de la red de carriles para bicicletas “exprés” de la ciudad, el Réseau express vélo, dijo Waygood. La ciudad comenzó a construir el REV en 2020.
Alrededor de 2.000 ciclistas al día, dijo, usan un carril para bicicletas recientemente construido en la calle St-Denis, una arteria importante en el núcleo urbano de Montreal. “Hay algunos días en que son 8.000, lo cual es impresionante”.
Pero los datos duros pueden ser difíciles de conseguir. El gobierno provincial realiza una encuesta de viajes cada cinco años, pero Waygood dijo que la encuesta captura una instantánea limitada y generalmente se realiza en la temporada de otoño, cuando hay menos ciclistas en comparación con la primavera y el verano. No hay una encuesta en todo Canadá que permita comparaciones entre diferentes ciudades, agregó.
Statistics Canada recopila datos sobre los viajes diarios de los canadienses, pero los datos públicos más recientes de la agencia federal de estadísticas son de 2016. I
Toronto, sin embargo, mantiene su sistema de bicicletas compartidas en funcionamiento durante todo el año, mientras que Montreal empaca su sistema de bicicletas, llamado BIXI, para el invierno.
Stephen Miller, portavoz de Transit, una aplicación móvil de planificación de viajes para el transporte público, dijo que las personas pueden moverse por Montreal sin un automóvil en gran parte debido a la red de transporte público de alta calidad de la ciudad.
Los proyectos de transporte que se lanzaron en Montreal se exportaron internacionalmente, dijo, como el servicio de autos compartidos Communauto, que se puede encontrar en Canadá y Francia. La tecnología utilizada en el sistema BIXI, desarrollada originalmente por una empresa propiedad de la ciudad de Montreal, se ha exportado desde entonces a ciudades de todo el mundo, incluidas Toronto, Nueva York y Londres.
“Montreal se beneficia de tener una cultura enfocada en la innovación en el tránsito y el transporte público”, dijo Miller.
Collette, quien a veces pasa meses sin conducir un automóvil, dijo que ahora hay una hora pico en los carriles para bicicletas de Montreal, pero que es mucho menos estresante que estar atrapado en el tráfico.
