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La colombiana Vanessa Restrepo, una de las mejores karatecas de Canadá

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La colombiana Vanessa Restrepo (d), una de las karatecas más destacadas de Canadá y una de sus principales bazas para los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, participa en un entrenamiento el 9 de abril de 2013, en la Escuela Internacional Shotokan Karate en Etobicoke, Ontario (Canadá). EFE

Siete años después de llegar de Medellín, la colombiana Vanessa Restrepo se ha convertido en una de las karatecas más destacadas de Canadá y una de sus principales bazas para los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.

Restrepo, de 26 años de edad, ha sido ya tres veces campeona de Canadá en la categoría de menos de 55 kilogramos aunque este año se tuvo que conformar con la medalla de plata.
«Este año, llegué a la final pero obtuve la plata. Hice lo posible. Mis contendientes también son buenas» declaró Restrepo con una amplia sonrisa a Efe.
La atleta explicó que «empecé hacer kárate a los 12 años en Colombia, en Medellín. Empecé porque una prima mía estaba entrenando. Ella lo hacía más bien para recrearse. Pero me invitó a una clase y fue desde ahí que tomé la iniciativa».
Los compañeros de Restrepo en Canadá dicen que la colombiana tiene una facilidad natural para el kárate.
De hecho, sólo dos años después de poner por primera vez un pie en el tatami, Restrepo ya representaba a Colombia en competiciones internacionales.
«Según mis entrenadores, mis ‘senseis’, tenía mucho talento, tenía la disposición, el corazón. Entonces empecé a representar a Colombia a los 14 años. El primer torneo que participé fue el Panamericano de Trinidad y Tobago donde obtuve el tercer lugar» explicó.
A los 19 años, Restrepo dejó Colombia con su familia y se instaló en Canadá.
Ella reconoce que «la transición fue muy dura. Pero uno se acopla y aquí estamos».
La karateca reconoce que una de las cosas que más echa de menos es la comida.
«A mi me encante comer. Cuando voy a competencia me toca cuidarme de lo que estoy comiendo y a veces me toca entrenar de más para no pasarme de peso o para bajarlo hasta donde se debe».
Para su suerte, la creciente llegada de colombianos a Canadá en los últimos años ha permitido que ahora se puedan encontrar en Toronto muchos productos colombianos, incluidas comidas.
«Aquí ya lo encuentro todo. A veces mis familia viajamos a Mississagua (una localidad en las cercanías de Toronto) y comemos bandeja paisa, que es lo mejor. Se siente como casa. No sabe lo mismo pero es muy similar. Pero igual, es comida colombiana» dice con una sonrisa.
De vuelta al kárate, Restrepo reconoció que «representar a Colombia fue lo mejor porque ahí me di a conocer y fue un orgullo porque es mi país».
Pero también reconoce que es un «orgullo» representar ahora a Canadá, país con el que ha obtenido dos medallas de oro en competiciones internacionales.
«La primera fue en el abierto de Estados Unidos, en Las Vegas, el año pasado. Y la Copa Norteamericana, allá mismo en Las Vegas. Dos medallas no están mal» dijo.
Ahora su objetivo es representar a Canadá en los Juegos Panamericanos que se celebrarán en Toronto en 2015.
Restrepo reconoce que no es fácil y que en Colombia tenía más ayuda «financiera, institucional, personal».
«Mi vida es un poco apretada. Primero porque estoy estudiando para ser policía y mis clases son de lunes a jueves. Y trabajo de jueves a domingo. Y en esto tengo que hacer tiempo para entrenar. En la mañana, cuando no estoy trabajando o estudiando voy al gimnasio y entreno y en las noches vengo a Toronto a entrenar».
«En Colombia yo estaba dedicada seis días a la semana y a veces dos veces al día a entrenar. Era sólo kárate, kárate, kárate. Yo creo que eso me dio la habilidad y la agilidad para estar donde estoy en estos momentos» dijo.
«Y el entrenamiento aquí es diferente. La parte física, el cardio, la resistencia, todo me toca hacerlo por mi parte y luego la parte técnica lo hago aquí con mis compañeros» añadió.
Como la mayoría de las personas que emigran a otro país, Restrepo admite la lucha de fidelidades entre Colombia y Canadá que libra cada día.
«Se siente tristeza porque es el país de uno, las raíces, lo que uno quiere desde el fondo del corazón. Pero la oportunidad de representar a otro país, excepcionalmente Canadá, también le da a uno fuerzas para llegar hasta allá. Y representar a Canadá es lo más alto».

Julio César Rivas/ Toronto (Canadá), 27 abr (EFE).-

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