a Casa Blanca, representada por el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, rechazó la incursión de la Policía de Ecuador en la Embajada de México en la ciudad de Quito, el pasado viernes.
Sullivan, en una rueda de prensa, expresó: “Condenamos esta violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, incluido el uso de la fuerza contra funcionarios de la embajada”.
Tras revisar los videos de las cámaras de seguridad de la embajada mexicana, el funcionario estadounidense afirmó que las acciones del gobierno de ecuatoriano de Daniel Noboa fueron “equivocadas”, publicó la agencia de noticias EFE.
“El gobierno ecuatoriano ignoró sus obligaciones bajo el derecho internacional como Estado anfitrión de respetar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y puso en peligro los fundamentos de las normas y relaciones diplomáticas básicas”, criticó.
El consejero de la Casa Blanca expresó su esperanza de que las reuniones del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos convocadas esta semana sirvan para encontrar una “solución diplomática pacífica” a la disputa entre ambos países.
Hasta este momento, el Departamento de Estado de Estados Unidos se había limitado a condenar “cualquier violación de la Convención de Viena” sin señalar directamente a Ecuador.
Sin embargo, con las declaraciones de Sullivan, se marca un cambio significativo en la postura de la administración estadounidense.
Estos eventos tienen su origen en la irrupción de la Policía ecuatoriana en la embajada mexicana el pasado viernes por la noche, por orden del presidente ecuatoriano.
La operación tenía como objetivo arresta a Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa,quien solicitó asilo político a México.
Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran cómo los policías apuntaron con una pistola al encargado de la misión diplomática Roberto Canseco, mientras se llevaban a Glas, detalló EFE.
Estos acontecimientos generaron una condena generalizada por parte de varios gobiernos latinoamericanos y europeos porque representan una violación de la Convención de Viena, que establece que las embajadas son inviolables.
A su vez, Ecuador acusa a México de violar los tratados internacionales sobre el derecho al asilo al brindar refugio a una persona procesada por corrupción.