Rittenhouse tenía 17 años cuando se fue de su casa en Antioch, Illinois, a Kenosha después de que los negocios de la ciudad fueran saqueados y quemados por la muerte de un hombre negro, Jacob Blake, a manos de un oficial de policía blanco.
Llevando un arma que las autoridades dijeron que fue comprada ilegalmente por el menor de edad Rittenhouse, se unió a otros ciudadanos armados en lo que dijo era un esfuerzo por proteger la propiedad y brindar asistencia médica.
El video de espectadores y drones capturó la mayor parte de la frenética cadena de eventos que siguió: Rittenhouse mató a Joseph Rosenbaum, de 36 años, luego mató a tiros al manifestante Anthony Huber, de 26, e hirió al manifestante Gaige Grosskreutz, ahora de 28.
Los fiscales describieron a Rittenhouse como un «aspirante a soldado» que había buscado problemas esa noche y era responsable de crear una situación peligrosa en primer lugar al apuntar con su rifle a los manifestantes.
Rompiendo en sollozos en un momento, le dijo al jurado que abrió fuego después de que Rosenbaum lo persiguió y tomó su arma. Agregó que temía que le arrebataran el rifle y lo usaran para matarlo.
Luego, Huber fue asesinado después de golpear a Rittenhouse en la cabeza o el cuello con una patineta, y Grosskreutz recibió un disparo después de apuntar con su propia pistola a Rittenhouse.
Después del veredicto, los padres de Huber, Karen Bloom y John Huber, indicaron que el resultado “envía el mensaje inaceptable de que los civiles armados pueden aparecer en cualquier pueblo, incitar a la violencia y luego usar el peligro que han creado para justificar disparar contra la gente en la calle».
El derramamiento de sangre en Kenosha tuvo lugar durante un verano de protestas a veces violentas desencadenadas en todo Estados Unidos por el asesinato de George Floyd en Minneapolis y otros casos relacionados con el uso de la fuerza por parte de la policía contra personas negras.
Mientras que algunos estadounidenses condenaron a Rittenhouse como un justiciero, algunos de la derecha lo aclamaron como un héroe que ejerció sus derechos de armas de la Segunda Enmienda y trató de detener la anarquía.
El entonces presidente Donald Trump sostuvo que parecía que Rittenhouse había sido «muy violentamente atacada». Los partidarios donaron más de $ 2 millones para su defensa legal.
El manejo del juicio por parte de Schroeder llamó la atención en varios puntos, incluso cuando encabezó el aplauso de los veteranos militares en el Día de los Veteranos justo antes de que un testigo de la defensa que había estado en el Ejército estuviera a punto de subir al estrado.
