El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, consideraron hoy en Roma que es clave combatir el terrorismo en países como Siria o Irak.
Tanto Kerry como Lavrov participaron hoy en Roma en el foro «Diálogos Mediterráneos», que se celebra hasta mañana.
Lavrov intervino en una mesa de diálogo mientras que Kerry ofreció un discurso sin preguntas.
El ministro de Exteriores ruso centró su participación fundamentalmente en Siria para asegurar que su país no quiere que «termine como Libia».
«Siria es un país fundamental para la región (del Mediterráneo), no queremos que termine como Libia», dijo.
Para Lavrov, «es necesario» que se favorezcan en Siria «las condiciones para un cese de las hostilidades» y al mismo tiempo, matizó, es importante «distinguir a quienes forman parte de la oposición moderada de los que son del Frente al Nusra», en su momento filial siria de la red terrorista Al Qaeda.
«No podemos permitir que los terroristas ganen legitimidad en Siria», consideró.
El jefe de la diplomacia rusa opinó que «la región del Mediterráneo» se encuentra actualmente «en pésima forma», debido a cómo se ha desarrollado la Primavera Árabe, una serie de manifestaciones de carácter popular que -expuso- «bajo la bandera de la democracia» desembocaron «en una dirección muy diferente y peligrosa».
«A la gente de los países se les dio recetas sobre cómo proceder, pero después se tradujeron en el empeño de fuerzas externas para cambiar los regímenes», subrayó.
Consecuencia de ello, prosiguió, es la inestabilidad en la que está sumida Libia desde la caída de Muamar el Gadafi, una situación que está favoreciendo a grupos terroristas que «están creando problemas» en diferentes países del continente.
La comunidad internacional, agregó, «no debe ser negligente con los terroristas».
Rusia seguirá combatiendo el terrorismo, aseguró, y está preparada para trabajar junto a Estados Unidos sí la Administración del presidente electo, Donald Trump, «se concentra» en esta lucha y «quiere colaborar» con el Gobierno de Moscú.
«Durante la campaña electoral, Trump ha dicho que su prioridad era combatir el (grupo yihadista) Estado Islámico y el terrorismo en Siria. Cuando haya formado su equipo de política exterior, examinaremos la cuestión», sostuvo.
Una vez finalizada su participación en este foro de diálogo, fue el turno de Kerry, quien compareció ante los medios, recordó, «aún como secretario de Estado de EEUU».
Kerry centró su intervención en hacer un repaso a los principales problemas que afronta el mundo en la actualidad, como el terrorismo, la crisis migratoria, el cambio climático o la brecha cada vez más creciente entre ricos y pobres.
Respecto al terrorismo, rechazó la violencia y subrayó que todas las religiones tienen «una regla fundamental: no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti, ama al prójimo».
Lamentó que en la actualidad sean «los actores no estatales los que están siendo responsables de las preocupaciones y tensiones en el mundo» y criticó a aquellos que «distorsionan las religiones o transmiten el veneno de la división, un veneno que no está presente en ningún texto sagrado o religioso».
Estados Unidos, sostuvo, seguirá trabajando para combatir al Estado Islámico en países como Siria e Irak, una labor que confió en que acabará teniendo «éxito».
También mencionó que la región del Mediterráneo debe resolver otro problema muy importante, que es el drama de los refugiados, un asunto que podría solucionarse si se favorece «el fin de los conflictos» en los países de origen de las personas que huyen hacia Europa.
Citó el cambio climático, un problema que, «aunque ciertas personas no lo reconozcan», se está produciendo «por acción humana», y celebró el Acuerdo de París firmado en diciembre de 2015, un «amplio programa que tiene como objetivo limitar las consecuencias más nocivas del cambio climático».
Finalmente, dirigió su discurso a asuntos económicos para decir que es necesario que los países hagan todo lo posible para fomentar el empleo, incentivar las inversiones y propiciar la participación de las pequeñas y medianas empresas en el mercado global.
Laura Serrano-Conde
Roma, 2 dic (EFE).-