El jefe negociador de las FARC, alias «Iván Márquez» dijo en una entrevista con una revista colombiana que desea hacer política de forma abierta y legal y defendió los avances alcanzados en la mesa de diálogo que desarrollan en Cuba el Gobierno colombiano y los rebeldes.
Márquez, cuyo verdadero nombre es Luciano Marín Arango, y quien es el número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), indicó: «ese es mi propósito. Yo fui representante por el Caquetá y me devolví al monte porque me iban a matar. Deseo hacer política de manera abierta y legal».
En una entrevista concedida a la Revista Semana de Colombia y que comenzó a circular este fin de semana, Márquez agregó que las FARC impulsan partidos y movimientos políticos.
«Uno es el Partido Comunista Clandestino y otro el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, que también es clandestino. En cuanto a la Marcha Patriótica saludamos que por iniciativa popular se esté construyendo un movimiento de esas características».
Agregó que ojalá Marcha Patriótica logre «aliarse con otros sectores sociales y políticos afines para presentar una alternativa política que le cambie el rumbo a este país».
El jefe guerrillero señaló que contrario a lo que señala el Gobierno colombiano, en la mesa de diálogo que arrancó el año pasado en Cuba, hay avances, aunque no detalló ninguno de ellos.
«Hemos construido por lo menos unas dos o más cuartillas (páginas,folios) de acuerdo y eso es un avance que no se había logrado en anteriores procesos», dijo Márquez.
En la última semana se han registrado fuertes declaraciones entre ellas las del presidente Juan Manuel Santos, quien dijo ayer que sino hay avances en los diálogos, se levantaría de la mesa de negociación.
Las FARC, por su lado, pusieron en duda que el Ejecutivo colombiano tenga real voluntad de paz y lamentaron que pese a los «importantes avances», las «actitudes oficiales» como la mostrada por Santos «amenazan con hundir en un pantano» el proceso.
Márquez reiteró que actualmente las FARC no tiene secuestrados con fines económicos y que tampoco tienen en su poder a policías o militares.
«Ahora bien, hay que tener en cuenta que en un combate se producen muchos momentos que se escapan de nuestro control. Pero para tratar de resolver ese problema estamos dispuestos a integrar comisiones con el Ejército de Colombia, las FARC y la Cruz Roja Internacional para ir a donde se produjeron esos combates para ver si logramos una respuesta a esta situación dramática de los desaparecidos», indicó Márquez.
Hace dos semanas, los rebeldes entregaron a misiones humanitarias a dos policías y a un soldado que tenían secuestrados en el suroeste del país.
Las FARC y el Gobierno colombiano adelantan diálogos de paz en La Habana. Las dos partes aseguran tener deseos de buscar salidas negociadas para acabar con el conflicto armado que afecta al país andino desde hace medio siglo.
En los diálogos, Cuba y de Noruega actúan como «garantes», en tanto que Venezuela y Chile lo hacen como «acompañantes».
(EFE).-