Inquilinos de apartamentos del extremo oeste de Toronto entre un torbellino de emociones

TORONTO – El administrador de la propiedad de las unidades de alquiler ubicadas en Bloor Street West dice que está «sorprendido» por el aviso de la ciudad de Toronto que informaba a los inquilinos que debían abandonar su edificio antes de la medianoche del pasado viernes.

En los últimos días, los residentes de 1407-1409 Bloor Street West tuvieron que luchar para encontrar una casa después de que se les dijo que abandonaran sus unidades en cuestión de horas, ya que los funcionarios de la ciudad lo consideraron inseguro.

A principios de la semana pasada, los equipos de emergencia fueron llamados dos veces al edificio debido a la detección de altos niveles de monóxido de carbono. Posteriormente, la ciudad encontró que las cuatro unidades ubicadas en el segundo piso de la propiedad, administrada por Brad J. Lamb Realty, fueron construidas sin un permiso.

«Para nuestra sorpresa, la ciudad de Toronto emitió un aviso para desalojar las instalaciones antes del viernes 12 de marzo a las 12 de la noche, dando a nuestros inquilinos menos de 30 horas para dejar sus unidades», declaró el administrador de la propiedad Brad J. Lamb.

El lunes por la mañana, la ex inquilina Gina Shkeda estaba sacando sus últimas cosas mientras aún tenía acceso.

“Ha sido tan de último momento porque ni siquiera nos dieron una semana ni nada para mover nuestras cosas. 24 horas es muy corto”, dijo.

La mujer contrató a mudanzas para que le ayudaran a transportar sus cosas a un nuevo apartamento. Ella firmó un nuevo contrato de arrendamiento a las pocas horas de haber sido desalojada.

Los inquilinos manifiestan que el único detector de monóxido de carbono que se activó esa noche fue el que instalaron los vecinos Miles Gertler y su socio, no los proporcionados por el propietario.

«Una vez que me di cuenta de cuál era el problema real fue aterrador», declaró Shkeda.

La ciudad de Toronto encontró más problemas. Los apartamentos están encima de un taller de reparación de automóviles, lo cual no está permitido. No hay suficientes salidas de emergencia y el edificio se construyó sin un permiso, lo que significa que, en primer lugar, nunca se permitió que se alquilaran para uso residencial.

Los inquilinos han estado abogando por el reembolso de los costos de reubicación.

“El viernes por la mañana, emitimos un reembolso de todo el alquiler pagado por adelantado y los saldos del alquiler de marzo a los inquilinos. Los saldos variaron de $2.140 (para un inquilino previamente programado para mudarse) a $8.278. Esto permitió que los inquilinos tuvieran acceso a los fondos de inmediato”, dijo Lamb.

“Hoy, notificamos a los inquilinos de nuestra intención de reembolsar todos y cada uno de los gastos razonables relacionados con esta terrible situación”, decía el correo electrónico.

La ciudad de Toronto afirmó que está trabajando con ellos para encontrar alojamiento.

“La ciudad comprende lo difícil que puede ser para los inquilinos que se les pida que abandonen sus hogares en un período de tiempo tan corto y realmente se solidariza con estos inquilinos. Sin embargo, dados los serios problemas de seguridad de vida en este lugar, era imperativo que los residentes no permanecieran allí ”, aseveró Will Johnston, director de construcción y director ejecutivo de la ciudad de Toronto.

«La ciudad también está tomando una serie de medidas para apoyar a los inquilinos que enfrentan el desalojo y, lo que es más importante, para ayudar a detener los desalojos, tanto como sea posible, en primer lugar. Los detectores de CO son obligatorios si su casa tiene electrodomésticos que funcionan con combustible», agregó.