Andrea Pardo Rodríguez, su esposo Nelson Martínez Mora y sus hijas salieron de sus habitaciones el domingo por la mañana, todavía en pijama, y abrieron la puerta tras escuchar fuertes golpes que venían de ella.
La pareja y Valentina, de 22 años, Camila, de 26, y Jesica Martínez Pardo, de 27, se sorprendieron al ver a seis personas, vestidas de civil, en el pasillo de su apartamento en Hamilton, declaró Valentina.
Pardo Rodríguez, de 45 años, y Martínez Mora, de 48, están en Canadá desde 2021 como solicitantes de asilo.
Las seis personas, que la familia supuso que eran agentes de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA), entraron y preguntaron por los padres, indicó Jesica.
Ninguno de los seis hablaba español y la familia colombiana habla poco inglés.
Según las hijas, ninguna de las personas que creían que eran agentes de la CBSA presentó identificación; usaron un celular para traducir el mensaje de que sus padres estaban detenidos. Las hijas también preguntaron si Camila, quien es ciega y tiene una discapacidad intelectual, podría ir con sus padres, pero les dijeron que no.
A la pareja se le permitió cambiarse a ropa normal antes de que los esposaran, sostuvieron las hijas. Agregaron que les dieron una pequeña hoja de papel con la dirección del Centro de Detención de Inmigración en Toronto, y luego observaron, con lágrimas en los ojos, cómo se llevaban a sus padres.
«Es duro para mí ver a mis padres en esa situación… Venimos aquí con la esperanza de estar juntos», confesó Valentina. “Ver a mi hermana Camila realmente me rompe el corazón, porque no creo que seamos malas personas. Estamos aquí buscando nuestro bienestar y dejar atrás todos estos problemas”.
Camila está apegada a su madre, aseguró Valentina. Su prima, Lianis Solangie Poveda Mora, que vive en el mismo edificio, relató cómo Jesica, la hija mayor, se acercó a ella poco después, llorando y diciéndole que se habían llevado a sus padres.
Padres temen por sus vidas en Colombia: docs
En Bogotá, Pardo Rodríguez era líder de Iurazoli, una organización sin fines de lucro que ayuda a personas con discapacidad, dice una carta escrita por el representante legal del grupo en 2021 e incluida en los documentos presentados como parte de su solicitud de asilo.
En el papel, Pardo Rodríguez se hizo muy conocido en la comunidad local de derechos humanos y por crear conciencia sobre la discriminación que enfrentan las personas con discapacidades, se lee en la carta.
El grupo paramilitar Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) atacó a Iurazoli, dejando mensajes amenazantes en las redes sociales.
AGC también llamó a los teléfonos personales y de trabajo de Pardo Rodríguez, y amenazó con matarla, según un informe delictivo que presentó ante el Fiscal General de Colombia en 2020.
“Le dicen muerte a todos los falsos líderes sociales y a los que se hacen creer que son defensores de los derechos humanos”, aparece en el informe.
En Colombia, más de 500 defensores de los derechos humanos fueron asesinados entre 2016 y 2021, informó Human Rights Watch.
«Tenían una historia que me rompió el corazón»
Temiendo por la seguridad de la familia, Pardo Rodríguez y Martínez Mora huyeron a Canadá con la esperanza de que su ausencia hiciera la vida más segura para sus hijas.
Cynthia Belaskie, directora gerente de Canadian Housing Evidence Collaborative de la Universidad McMaster, conoció a la pareja hace aproximadamente un año cuando los contrató para reparar y limpiar su casa.
«Tenían una historia que me rompió el corazón», explicaba Belaskie. «Pensaron que, si se iban, las chicas estarían más seguras sin un gran objetivo a sus espaldas».
Las hijas se unieron a la familia en Canadá
Mientras esperaban una decisión de la Junta de Inmigración y Refugiados de Canadá (IRB), las hijas de Rodríguez y Mora decidieron unirse a ellos en Canadá con la esperanza de permanecer allí.
Valentina aseveró que las amenazas no cesaron cuando sus padres se fueron de Colombia.
«Todo este tiempo, han tratado de seguirnos, acecharnos, llamarnos, incluso aparecer en la casa donde solíamos vivir», añadió.
Las tres hermanas pasaron dos semanas viajando para reunirse con sus padres: en avión a México, en tren y en vehículos privados a través de la frontera de EE. UU., y finalmente a Canadá a través de un cruce irregular en Quebec. Llegaron a Hamilton justo antes de la Navidad de 2022 y comenzaron su propia solicitud de asilo separada de sus padres.
En enero, Pardo Rodríguez y Martínez Mora se enteraron de que la IRB rechazó su solicitud de refugio.
La decisión escrita del panel dijo que había discrepancias entre los documentos presentados y el testimonio de Pardo Rodríguez, y concluyó que ella y su esposo no habían podido demostrar que serían perseguidos si regresaban a Colombia.
Antes de su arresto el domingo, Pardo Rodríguez y Martínez Mora tenían la impresión de que su abogado había presentado una solicitud de estatus de refugiado por motivos humanitarios y compasivos y que se había aplazado la fecha de deportación, sostuvo Belaskie.
Sin embargo, en una audiencia el martes, a la pareja se les negó la fianza y se les dijo que serían deportados en cuestión de días, el 26 de marzo, señaló Belaskie.
Una vez que se presenta la solicitud por motivos humanitarios y compasivos de una persona, un oficial de inmigración también debe otorgar la «aprobación de la Etapa 1» para suspender la deportación, dijo Purdy.
Para sus hijas, su única opción actual para ver a sus padres es en el centro de detención cerca del Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto.
Los visitaron la noche del domingo, horas después de su detención, hablándoles por teléfonos, separados por una mampara de vidrio.