El expresidente peruano Alejandro Toledo (2001 – 2006), reclamado por la Justicia de su país desde finales de 2017, viajó la tarde de este sábado desde su lugar de residencia en San Francisco, EE. UU., hasta Los Ángeles, en donde tendrá que permanecer alrededor de cuatro horas mientras espera la llegada del vuelo que lo trasladará hacia Lima, Perú.
Toledo fue transportado en una silla de ruedas y conducido al interior de la aeronave por, aparentemente, un funcionario de seguridad con ropa de civil.
El exmandatario llevaba también las manos ocultas bajo una manta azul, una estrategia habitualmente utilizada en Perú para ocultar que se encontraba esposado.
El segundo y último vuelo lo tomará a las 21:10 hora local de California (4.10 GMT del domingo) para aterrizar en el Aeropuerto Jorge Chávez de la capital andina el domingo a las 7:30 hora local (12.30 GMT), informaron a EFE fuentes de LATAM Airlines, compañía encargada de operar el vuelo.
Según adelantó el periódico ‘El Comercio’, Toledo será custodiado por un grupo de alguaciles de EE. UU. que lo entregará a las autoridades peruanas, quienes se encargarán de trasladarlo dentro del aeropuerto a la sede de Aviación Policial para encontrarse con representantes de Cancillería, Interpol y del Instituto Nacional Penitenciario.
Reclamado por la Justicia peruana desde 2017, el fundador de Perú Posible está imputado por haber recibido supuestamente unos 35 millones de dólares de la empresa Odebrecht, tras favorecerla en la licitación de contratos para la construcción de la Ruta Interoceánica Sur que conecta Perú con Brasil.
La Fiscalía peruana ha solicitado para él penas de 20 años y 6 meses de cárcel por la concesión de los tramos 2 y 3 de esta carretera; 35 años por el tramo 4, y 16 años y 8 meses por supuesto lavado de dinero en el Caso Ecoteva.
En marzo de este año, el Ministerio Público también pidió la expropiación de los bienes inmuebles del otrora jefe del Ejecutivo peruano y su entorno familiar.
Las últimas horas de Toledo en la Bahía de San Francisco
Tras entregarse en la Corte del Distrito Norte de California este viernes por la mañana, toledo ha pasado las últimas 24 horas en el correccional de Maguire, ubicado en Redwood City, a 60 kilómetros de San Francisco.
El fundador del extinto partido Perú Posible ha vivido en la Bahía de San Francisco, lugar que conoció durante su etapa académica en la Universidad de San Francisco primero y luego en la Universidad de Stanford, desde que en 2017 fue reclamado por las autoridades peruanas debido a estos supuestos vínculos con Odebrecht.
En 2019, fue detenido en California, pasando por la cárcel de Santa Rita y por el propio correccional Maguire, pero fue liberado meses después, ya en 2020, tras alegar que sus problemas de salud podrían agravarse con la expansión del coronavirus.
El político popularmente conocido como «El Cholo» ha agotado todos los recursos y figuras jurídicas disponibles para evitar su extradición y permanecer en régimen de arresto domiciliario.
Y es que el miércoles pasado, el juez federal Thomas S. Hixson, de la Corte del Distrito Norte de California, ordenó que se entregara para ejecutar su extradición a Perú, a la cual había dado luz verde dos meses antes el Departamento de Estado de EE. UU.
En Perú, el caso Odebrecht, está considerado como el mayor escándalo de corrupción (así como en el resto de Latinoamérica) y, además de Toledo, salpicó a los expresidentes peruanos Alan García (1985-1990 y 2006-2011), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), así como a la tres veces candidata presidencial Keiko Fujimori, hija y heredera política del exmandatario Alberto Fujimori (1990-2000).