Tegucigalpa, 6 may (EFE).- La audiencia de los cuatro hombres implicados en el asesinato de la ambientalista hondureña Berta Cáceres, el 3 de marzo, inició hoy en un juzgado de Tegucigalpa.
Los implicados llegaron al juzgado bajo rigurosas medidas de seguridad y escoltados por elementos de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) del Ministerio Público.
Los presuntos autores intelectuales y materiales del crimen, que se registró en la ciudad de La Esperanza, departamento occidental de Intibucá, son Douglas Geovanny Bustillo, Mariano Díaz Chávez, Edilson Duarte Meza y Sergio Rodríguez Orellana.
Los cuatro fueron detenidos el pasado día 2 en una denominada «Operación Jaguar» de la ATIC, que ha contado con apoyo técnico de Estados Unidos y Colombia, según fuentes de la misma institución.
Entre los implicados figura un oficial activo y otro retirado del Ejército de Honduras, y un trabajador de la empresa Desarrollos Energéticos Sociedad Anónima (DESA), que pretende desarrollar un proyecto en el occidente del país, al que Cáceres se oponía.
Al juzgado también asistieron, bajo resguardo de seguridad, familiares de Cáceres y dos de sus abogados.
Una de las hijas de Cáceres, Laura Zúniga, reiteró escuetamente a periodistas que siguen exigiendo que un equipo técnico internacional investigue el caso, porque dudan de la investigación de las autoridades hondureñas, pese a que la ATIC ha enfatizado en que las pruebas contra los implicados son contundentes.
Compañeros de trabajo y familiares del empleado de DESA (Sergio Rodríguez Orellana) implicado también se apostaron en las cercanías del juzgado diciendo que es inocente.
«Sergio estamos con usted y creemos en su inocencia», se leía en una de las pancartas de los manifestantes.
Berta Cáceres, una líder de la etnia lenca en el occidente de Honduras, era además coordinadora general del Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (COPINH), surgido hace más de 20 años.
El único testigo del asesinato de Cáceres es el ambientalista mexicano Gustavo Castro, quien desde su país sigue colaborando con las autoridades hondureñas para el esclarecimiento del crimen.