La pesadilla que vivieron 18 hinchas del Independiente Medellín después de casi dos meses en Argentina, llegó el lunes a su fin.
Los aficionados del club colombiano habían viajado a Buenos Aires para acudir al duelo de Copa Libertadores del 10 de marzo en La Bombonera ante Boca Juniors. Mientras emprendían el regreso por tierra, se desató la pandemia del coronavirus que truncó su regreso a casa.
El lunes llegaron a Medellín acompañados de otras 128 personas que obtuvieron permiso de las autoridades colombianas para volver en plena cuarentena.
La canciller Claudia Blum celebró su arribo y destacó que más de 2.400 colombianos han vuelto al país en 22 vuelos de carácter humanitario.
El grupo estaba conformado originalmente por 39 aficionados, de los cuales 21 lograron salir de Argentina al concluir el encuentro en que Boca goleó 3-0 al DIM. El coronavirus obligó la suspensión del torneo pocos días después.
Los fanáticos emprendieron el largo viaje a casa por tierra. Cuando estaban a punto de cruzar el límite con Bolivia, el presidente argentino Alberto Fernández cerró las fronteras del país por el avance del coronavirus. Días después, el 20 de marzo, decretó una cuarentena obligatoria.
Los hinchas permanecieron 15 días en la ciudad fronteriza de La Quiaca, en la provincia de Jujuy, donde “nos pegaron y nos robaron”, dijo Ángelo Taborda, quien se desempeñó como vocero del grupo, en una entrevista telefónica con The Associated Press.
La travesía tendría un nuevo capítulo cuando los fanáticos del DIM fueron subidos a un autobús y enviados de vuelta a Buenos Aires. Tras recorrer otra vez 1.500 kilómetros, la policía los detuvo en uno de los accesos a la capital debido a que el vehículo no tenía autorización para circular.
Los hinchas vivieron de hotel en hotel y se sometieron a una prueba para determinar si tenían coronavirus. Los resultados fueron negativos y ahora cumplirán una cuarentena antes de unirse a sus familias.