El financiero Steven Hoffenberg, responsable de uno de los mayores fraudes en la historia de Estados Unidos y socio durante mucho tiempo del fallecido magnate Jeffrey Epstein, fue hallado muerto en su apartamento de Connecticut a los 77 años, según informaron este jueves varios medios locales.
El periódico Daily Mail, que cita fuentes policiales, explica que agentes de Policía acudieron a la vivienda tras la llamada de un amigo Hoffenberg que estaba preocupado y encontraron el cadáver en descomposición, lo que hace pensar que llevaba allí al menos una semana.
«Todo indica que se trata de Hoffenberg. No hay nada que sugiera que no sea. Estamos esperando los registros dentales», dijo por su parte al New York Post el portavoz policial local.
Según las fuentes policiales, no había signos visibles de violencia, pero la causa del fallecimiento aún no se ha confirmado.
Sin confirmar que se trataba de Hoffenberg, el Departamento de Policía de Derby, en Connecticut, dijo este jueves que en la noche del martes se encontró un cadáver en una vivienda de la localidad y que se está llevando a cabo un proceso forense para identificarlo.
Según la Policía, una autopsia inicial no mostró ningún tipo de trauma, pero la causa oficial de la muerte está pendiente de un estudio toxicológico.
Hoffenberg fue el máximo dirigente de la firma Towers Financial, en la que trabajó Epstein y que se declaró en bancarrota en 1993 tras destaparse un fraude con casi 3.000 inversores afectados.
El financiero fue detenido en 1994 y en 1997 condenado a 20 años de prisión, de los que cumplió 18, y a pagar compensaciones por valor de 476 millones de dólares.
Mientras, Epstein nunca fue imputado por esta trama piramidal, a pesar de que Hoffenberg le implicó ante las autoridades.
Epstein, que durante años se codeó con conocidos nombres de la política y los negocios, fue detenido en 2019 por acusaciones de abusos y tráfico sexual y se suicidó en la celda de una prisión neoyorquina donde estaba recluido de manera preventiva.
Hoffenberg explicó en entrevistas que conoció al polémico millonario en la década de los 80 y rápidamente se hicieron amigos y socios de negocios.
Antes de que se destapara su multimillonario fraude, Hoffenberg ya era una figura conocida en Nueva York, entre otras cosas por ser durante unos meses propietario del histórico tabloide New York Post, que se encontraba entonces al borde de la bancarrota.