El candidato a la presidencia de Colombia, Gustavo Petro, prometió que no expropiará propiedades privadas si gana la presidencia de la nación este año, mientras los críticos en el país acusan al candidato de izquierda de querer hacer cambios radicales en la economía del país.
Petro hizo la promesa electoral en una notaría pública de Bogotá, donde firmó un documento que decía que “nada ni nadie será expropiado” si llega a la presidencia. En el documento, Petro indicó que estaba obligado a hacer la promesa inusual, porque su campaña se ha visto empañada por “mentiras y alarmismo”.
“La campaña por un cambio profundo y verdadero en Colombia está siendo atacada constantemente con rumores y desinformación”, se lee en el documento. “Con claridad afirmo que mi propuesta para transformar este país no se basa ni incluye ningún tipo de expropiación”, agregó.
Mientras la carrera presidencial en Colombia entra en su último mes, los opositores de Petro lo han acusado de querer implementar políticas económicas similares a las de Hugo Chávez. El expresidente venezolano nacionalizó decenas de industrias, socavó la independencia del banco central de su país e impuso controles de cambio mientras aumentaba enormemente el papel del gobierno en la economía.
En los últimos años, casi dos millones de venezolanos han huido a Colombia para escapar de los problemas económicos de su país, incluida la hiperinflación y los salarios más bajos de América del Sur, lo que hace que las comparaciones con Venezuela sean relevantes entre muchos votantes en Colombia.
En los debates presidenciales, Petro, quien anteriormente describió a Chávez como un “gran líder latinoamericano”, se ha distanciado del modelo económico venezolano, afirmando que dependía demasiado de los ingresos petroleros. Agregó que si llega a ser presidente le gustaría promover fuentes alternativas de energía y crecimiento agrícola.
Petro lidera actualmente las encuestas presidenciales en Colombia, ya que el país se tambalea por las altas tasas de desempleo, las crecientes tasas de pobreza y una lenta recuperación de la pandemia que provocó protestas masivas el año pasado.
El senador obtuvo una ventaja de 11 puntos sobre su rival más cercano en una encuesta realizada durante la primera semana de abril por la firma encuestadora Centro Nacional de Consultoría, pero aún está por debajo del 50% requerido para ganar las elecciones del 29 de mayo sin una segunda vuelta.
Petro lidera una coalición de partidos de izquierda conocida como el Pacto Histórico que prometió aumentar los impuestos corporativos, ralentizar la exploración petrolera e imponer aranceles a algunos productos importados, para beneficiar a los agricultores locales.
En su manifiesto de campaña, Petro no menciona la palabra expropiación, pero ha prometido “democratizar” el acceso a la tierra en Colombia aumentando los impuestos a las grandes propiedades rurales que se consideran improductivas.
El candidato ha dicho que los terratenientes que no deseen pagar las nuevas tarifas pueden entregar parte de su tierra al gobierno como pago. Luego se distribuirá entre campesinos sin tierra o personas que fueron desplazadas de sus pueblos por décadas de violencia en el campo.
Petro también prometió reformar el sistema de pensiones de la nación transfiriendo los ahorros de las personas que ganan menos de dos salarios mínimos mensuales de empresas privadas a un fondo de pensiones estatal. Los cambios sacudirían el sistema de pensiones, ya que afectarían a la mayoría de los contribuyentes de la nación, y algunos críticos los han comparado con la nacionalización de los fondos de pensiones.
Petro afirmó que estos cambios ayudarían a proporcionar pagos a millones de personas que actualmente no están cubiertas por el sistema.
