GUELPH – Mientras otras regiones de todo el país adoptan políticas de enmascaramiento obligatorias, en un esfuerzo por minimizar la propagación de COVID-19, algunos grupos anti-enmascaramiento unen fuerzas con los opositores de la vacunación y adoptan sus técnicas para difundir información errónea.
Las similitudes entre los movimientos organizados contra el enmascaramiento y contra las vacunas son sorprendentes, dijo Maya Goldenberg, profesora de filosofía en la Universidad de Guelph especializada en vacilación de vacunas.
Uniendo fuerzas hacia la desinformación
Vladislav Sobolev, el fundador del grupo anti-enmascaramiento, ha elogiado repetidamente al grupo anti-vacunación en las redes sociales y durante las protestas.
Sobolev también aseguró que una defensora estadounidense de alto perfil contra la vacunación y osteópata que escribió ‘No a las vacunas’, está brindando capacitación de liderazgo en línea a su grupo.
Tenpenny, junto con otros defensores contra la vacunación en los EE.UU. Y Canadá, han abrazado la causa contra el enmascaramiento y se han opuesto a las medidas de bloqueo de COVID-19.
Expertos en salud preocupados
Aunque muchos canadienses que no quieren usar máscaras no se oponen a las vacunas, el hecho de que grupos anti-vacunación estén involucrados en el relativamente nuevo movimiento anti-enmascaramiento, preocupa a muchos expertos en salud.
A pesar de la evidencia bien establecida de que las vacunas son seguras y efectivas, los grupos anti-vacunación se han vuelto expertos en difundir información errónea que lleva a las personas a desconfiar de la orientación médica, algo que puede tener graves consecuencias durante una pandemia.
‘Resultados perjudiciales’
«Me perturba cuando veo a personas que actúan según información que estoy seguro no solo es incorrecta, sino que puede ser engañosa», afirmó el Dr. Matthew Oughton, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad McGill.
Como médico en ejercicio en el Hospital General Judío de Montreal, Oughton ha visto de primera mano el costo que cobra el COVID-19. Cerca de 9.000 personas, en su mayoría personas mayores y personas con afecciones médicas subyacentes, han muerto en Canadá a causa del virus.
Aunque los científicos continúan aprendiendo sobre el nuevo coronavirus, parece que las personas con COVID-19 pueden ser más infecciosas antes de mostrar síntomas, dijo Oughton.
Eso es diferente de muchos otros virus, incluida la primera versión del SARS. Es una razón clave por la que es importante que las personas usen máscaras, incluso si se sienten perfectamente saludables, cuando el distanciamiento físico no es posible para prevenir la transmisión, dicen los expertos médicos.
La desconfianza de las autoridades sanitarias alimenta la desinformación
La desconfianza de las autoridades gubernamentales y científicas son características clave entre los defensores de la vacunación y la lucha contra el enmascaramiento.
Antes de COVID-19, los grupos anti-vacunación hacían falsas afirmaciones de que el sarampión, una enfermedad grave que se puede prevenir con vacunas, no era una amenaza importante. Una consecuencia de esa información errónea fue un resurgimiento de los casos de sarampión en Canadá, donde se había declarado eliminado a fines de la década de 1990.
Muchas publicaciones en redes sociales de grupos anti-enmascaramiento y anti-vacunación llaman a la pandemia «una conspiración», citando creencias de que se ha fabricado para dar a los gobiernos la capacidad de monitorear a las personas a través del rastreo de contactos y promover una agenda de vacunas.
¿Acciones arriesgadas?
El grupo desafía activamente la orientación de salud pública durante las manifestaciones, donde se alienta a las personas a traer a sus hijos, rechazar el distanciamiento físico y no usar máscaras, diciendo que se niegan a adoptar la «nueva normalidad» de la vida durante la pandemia.
Las manifestaciones contra el enmascaramiento en Toronto parecen atraer desde un par de docenas hasta alrededor de 150 personas.
Demanda alega conspiración de vacuna
Vaccine Choice Canada, junto con varios demandantes individuales, presentaron un reclamo en la Corte Superior de Justicia de Ontario este mes contra los líderes políticos y de salud pública en varios municipios, así como en la provincia de Ontario y el gobierno federal, incluido el Primer Ministro Justin Trudeau, y la Directora de Salud Pública, Dra. Theresa Tam.
Esta alega que las medidas de salud pública de COVID-19, que incluyen cierres, distanciamiento físico y enmascaramiento obligatorio son violaciones de los derechos constitucionales.
También afirma que la pandemia fue declarada innecesariamente a otras «agendas no médicas», incluido el establecimiento de un «Nuevo Orden Mundial (Económico)» y un «impulso masivo y concentrado para las vacunas obligatorias de cada ser humano en el planeta Tierra con electrónica concurrente vigilancia.»
Lo que si resulta cierto es que, mientras nuestra intención sea evitar un contagio, es nuestra responsabilidad seguir las normas estipuladas por el gobierno y evitar un rebote.
