Los nuevos lineamientos del Gobierno nacional sobre la obligatoriedad de vacunación para trabajadores de sectores productivos abiertos al público han sido respaldados por los gremios, los cuales también han expresado una serie de dudas con relación a la medida.
La Asociación de Bares de Colombia (Asobares) expresó su respaldo a la medida, puesto que buscan “la protección de la salud y la continuidad de la reactivación económica”.
Sin embargo, este gremio expresó su inquietud con relación a cuál debe ser la forma de actuar frente a trabajadores ya contratados que aluden a sus derechos fundamentales para no vacunarse y que no sea posible su traslado a otro cargo o función.
También solicitó claridad con relación a las alternativas para no exponerse a una tutela o sanciones del mismo Ministerio de Trabajo por el incumplimiento de la mencionada medida.
El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, considera la iniciativa una cuestión de “equidad”, ya que si al público se le pide desde finales del año pasado el carnet de vacunación para entrar a determinados lugares, los trabajadores de esos espacios también deben estar inmunizados.
La presidente de la Asociación Colombiana de Micros, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), Rosmery Quintero, dice que la medida de exigir el esquema de vacunación se debe extender a todos los sectores productivos.
“Esta misma exigencia se debe llevar a otros sectores, pues en una planta productiva no hay atención al público, pero sí hay muchos trabajadores en un mismo espacio arriesgándose si dos o tres no se han vacunado”, señala.
Para la dirigente gremial es necesario que se reitere la importancia del uso del tapaboca y el distanciamiento. “El llamado a las autoridades locales es para que comiencen a hacer seguimiento al uso del tapaboca”, agrega.
Asegura que si bien no se puede despedir a un trabajador por no vacunarse, se puede tomar la decisión de no seguir con sus servicios una vez se termine su contrato laboral.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), Bruce Mac Master, afirma que es necesario que se pongan en marcha incentivos para que las personas se vacunen. “Es necesario entender que solo vacunándonos vamos a quitarle la letalidad al virus”, añade.
El presidente de la Asociación de Comerciantes Nocturnos de Barranquilla (Asonocturnos), Henry Hernández, destaca que en la ciudad se ha venido implementando esta exigencia, antes de ser decretada a nivel nacional.
“Hemos venido solicitando el esquema completo a todos nuestros clientes y, automáticamente, ha llevado a que todo el personal cuente con la vacunación completa”, explica.
Dice que se adelantó una jornada para la vacunación de usuarios en distintos establecimientos nocturnos, durante la cual también se aplicó la vacuna a los trabajadores.
“Hay personas que tienen sus creencias, pero se han vacunado. Faltaba un grupo mínimo de trabajadores y están comprometidos. Ya todos los trabajadores de estos establecimientos deben tener su esquema completo”, expone Hernández.
Detalles de la medida
El ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, explicó en Blu Radio que el hecho de que se haya expuesto la obligatoriedad del carnet de vacunación para algunos trabajadores, esto no es motivo de una causal de despido justificado, ya que eso, argumenta, implicaría un cambio en el Código Sustantivo del Trabajo, algo que solo lo podría hacer el Congreso de la República.
No obstante, la normativa no dejó claridad en cuanto a cómo debe proceder un empleador en caso de que un trabajador, que tenga contacto con el público, no quiera vacunarse, puesto que esto, como señaló Cabrera, no es causal de despido.
El funcionario del Gobierno insistió en que se trata de una invitación a que haya igualdad de condiciones en el sentido de que en establecimientos comerciales donde se exige actualmente el carnet de vacunación para clientes también haya una exigencia de vacunación a los empleados.
Otra duda también es cómo y a quiénes cobija la medida. En el documento se habla de trabajadores de bares, restaurantes, cines, parques y demás. Sin embargo, no se especifica textualmente cuáles son los establecimientos o sectores que deben exigir el documento.
El ministro de Trabajo insistió en que se trata de cualquier trabajador que tenga contacto estrecho con clientes. Por eso también aplicaría: empleados bancarios, estilistas, barberos, manicuristas, masajistas, vendedores de ropa, calzado y demás.
Corte Suprema de EE. UU. bloquea el mandato de vacunación para empresas
La Corte Suprema bloqueó el requisito de vacunación o pruebas dirigido a las grandes empresas que había definido la administración del presidente Joe Biden, pero permitió que un mandato de vacunación para ciertos trabajadores de la salud entrara en vigencia en todo el país. El fallo que bloquea la regla para las grandes empresas se basó en el argumento de que el Congreso no le dio a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglos en inglés) el poder de promulgar tal mandato.
“Aunque el Congreso indiscutiblemente le ha dado a OSHA el poder de regular los peligros ocupacionales, no le ha dado a esa agencia el poder de regular la salud pública de manera más amplia. Exigir la vacunación de 84 millones de estadounidenses, seleccionados simplemente porque trabajan para empleadores con más de 100 empleados, ciertamente cae en la última categoría”, dice la opinión no firmada.
Los jueces liberales Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan discreparon. “Cuando somos sabios, sabemos no desplazar los juicios de los expertos, actuando dentro de la esfera marcada por el Congreso y bajo el control presidencial, para hacer frente a las condiciones de emergencia”, escribieron.
“Hoy en día no somos sabios. Ante una pandemia que aún continúa, este Tribunal le dice a la agencia encargada de proteger la seguridad de los trabajadores que es posible que no lo haga en todos los lugares de trabajo necesarios. A medida que las enfermedades y las muertes continúan aumentando, este Tribunal le dice a la agencia que no puede responder de la manera más efectiva posible”.
La regla afectaría a unos 80 millones de personas y requiere que los empleadores con 100 o más empleados se aseguren de que sus empleados estén completamente vacunados o se sometan a pruebas periódicas y se cubran la cara en el trabajo. Hay excepciones para aquellos con objeciones religiosas”.