En noviembre de 2019, meses antes de que la pandemia convirtiera en héroes a los trabajadores del sector público, como los maestros y las enfermeras, el gobierno de Ontario aprobó el proyecto de ley 124, intentando limitar sus aumentos salariales al uno por ciento durante los próximos tres años, lo cual no salió muy bien.
A principios de este mes, después de años de protestas y mala prensa, y de una impugnación legal que llegó al tribunal más alto de la provincia, el mismo gobierno derogó el proyecto de ley.
Después del anunció en el presupuesto que toda la lucha, incluidos años de salarios atrasados, ya le ha costado a la provincia $6 mil millones en dinero de los contribuyentes, y podría costar miles de millones más.
Richard Southern es el reportero de Queen’s Park para 680 News Radio Toronto. «El gobierno intentó plantearlo como una forma de controlar los costos», dijo Southern.
“Aquí estamos ahora, con el gobierno de Ford en Ontario habiendo presentado el mayor presupuesto de gastos en la historia de Ontario, con las mayores deudas subnacionales del mundo entero”, añadió.