El sospechoso envenanmiento de Sergei Skripal y su hija Yulia tomo por sorpresa al mundo el pasado lunes, ante el siniestro, la primera ministra británica Theresa May expresó frente al parlamento que considera la hipótesis de participación del estado Ruso tras el hecho como muy probable. Luego de una junta con el Consejo de Seguridad Nacional expresó que el compuesto nervioso que se utilizo para el envenenamiento es semejante al Novichok, un agente nervioso de tipo militar desarrollado por Rusia.
Al mismo tiempo May dio a conocer que le exigió al embajador de Rusia en Reino Unido una reunión en donde se de a conocer si este atentado fue una acción directa del Estado Ruso o una perdida de control sobre su reserva de agentes neurotóxicos. El estado Británico espera por la respuesta rusa antes de tomar acciones sobre el caso.
No obstante, el gobierno ruso negro categóricamente su participación en el siniestro y ofreció total transparencia y colaboración frente a las investigaciones. Por lo que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia calificó los comentarios de May como provocaciones, a su vez Maria Zakharova la portavoz de la cancillería rusa clasificó las acusaciones de May como “ un espectáculo de circo en el parlamento británico”
