El gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, señaló hoy que la llegada de miles de niños indocumentados a EE.UU. es solo un «tema colateral» de la crisis humanitaria comparada con la de aquellos que cometen crímenes y defendió la necesidad de «asegurar» la frontera con México.
«Estamos sustancialmente más preocupados en Texas del más de 80 % de los individuos de los que no se habla lo suficiente y que están entrando en EE.UU. de manera ilegal y cometiendo crímenes importantes», afirmó el gobernador en una entrevista en el programa «State of the Union» de la CNN.
Perry defendió por ello su decisión de enviar a un millar de efectivos de la Guardia Nacional para asegurar la frontera con México y criticó la inacción por parte de la Administración del presidente estadounidense, Barack Obama.
«Desde mi perspectiva de gobernador la razón por la que hemos realizado este despliegue es para que la gente de Texas sienta que al menos a nivel estatal se está haciendo algo para proteger la seguridad de sus comunidades», agregó.
Perry, quien es considerado uno de los posibles aspirantes a candidato presidencial republicano para 2016, señaló que desde 2008 más de 200.000 inmigrantes ilegales han pasado por las cárceles de condado de Texas, aunque no precisó la fuente de estas cifras.
Añadió que «estos individuos son responsables de más de 3.000 homicidios y casi 8.000 asaltos sexuales».
La avalancha de menores indocumentados procedentes de Centroamérica que han llegado en los últimos meses a la frontera sur de EE.UU., especialmente a Texas, ha provocado una crisis humanitaria ya que las agencias federales se han visto sobrepasadas para gestionar la situación.
Ante la crisis, el presidente Obama ha solicitado 3.700 millones de dólares en fondos para enfrentar el problema, pero el Congreso ha sido incapaz por el momento de ponerse de acuerdo debido a las luchas partidistas y se ha ido de vacaciones sin tomar aprobar nueva financiación.
Por ello, Obama ha adelantado que tomará acciones ejecutivas «porque se nos agota el dinero para asegurarnos de que los niños están adecuadamente alojados y cuidados».
Por la frontera sur de EE.UU. han atravesado en los últimos diez meses cerca a 60.000 niños no acompañados, la mayoría centroamericanos.
Hace dos semanas, el mandatario convocó una cumbre con los presidente de El Salvador, Guatemala y Honduras para tratar de acordar decisiones conjuntas y detener la ola de menores inmigrantes.
Washington, 3 ago (EFE).-