El colombiano Juan Esteban Montoya Caicedo, el único sobreviviente del naufragio de un bote con 40 personas frente a la costa de Florida (EE.UU.), confesó que “fue muy duro” sobrevivir tres días a la deriva, sin comida ni bebida.
“Gracias a Dios todo salió bien y ya me encuentro bien de salud”, dijo el joven, de 22 años, en una entrevista que ofreció a la cadena hispana Telemundo difundida este lunes y en la que señaló que la recuperación en el hospital al que fue transferido tras ser rescatado por la Guardia Costera de EE.UU. fue “un poco lenta”.
El joven, que en el naufragio ocurrido hace más de una semana perdió a su hermana de 18 años, ofreció estas declaraciones tras reencontrarse con su madre luego de recibir el alta hospitalaria.
“Fue muy emocionante volver a ver a mi mamá después de tanto tiempo. Era algo que deseaba hace mucho, y algo que de igual manera mi hermana también lo deseaba y pues lamentablemente ella no pudo estar”, señaló el colombiano, que fue descubierto por los guardacostas sobre el bote volcado.
Su abogada, Naimeh Salem, declaró al medio que Juan Esteban vio cómo los demás iban muriendo a su alrededor, incluida su hermana, “hasta que quedó solo”. “Por eso él está tan traumatizado, no entiende cómo él fue el único sobreviviente”, agregó Salem.
La mujer señaló que van a empezar a trabajar para lograr que el joven obtenga un estatus migratorio y mostró su satisfacción de que, una vez dado de alta, las autoridades migratorias no lo hayan detenido con miras a su deportación.
“Es mi milagro de vida, para mí es un campeón, por todo lo que superó en esa tragedia lleno de fuerza lleno de valentía”, dijo su madre, Marcia Montoya, al medio durante el reencuentro.
El joven, natural de Guacarí (Colombia), fue uno de los ocupantes de una embarcación de 25 pies (7,6 metros) de eslora que se volcó tras zarpar el sábado de Bimini, una de las islas del archipiélago de las Bahamas.
De acuerdo al testimonio del sobreviviente, en el bote que se hundió el domingo a unas 40 millas (64 km) al este de la ensenada de Fort Pierce, a unos 200 kilómetros por tierra de Miami, iban 40 personas, ninguna de ellas con salvavidas.
Juan Esteban fue rescatado el martes por el capitán de un barco que lo avistó flotando a la deriva sobre la embarcación y comunicó a la Guardia Costera lo sucedido, tras lo cual la agencia desplegó un operativo de búsqueda y rescate por aire y mar.
Los guardacostas cubrieron entre la mañana del martes y el anochecer del jueves, cuando suspendieron la búsqueda, un área de más de 10.500 millas cuadradas (más de 27.000 kilómetros cuadrados), en el que solo pudieron rescatar cinco cuerpos.
“Desafortunadamente, hemos llegado al momento más difícil en cualquier caso de búsqueda y rescate y ese es el punto en el que decidimos cuándo dejar de buscar activamente”, dijo en un comunicado la capitana Jo-Ann Burdian, comandante del Sector Miami de la Guardia Costera.
“Después de una cuidadosa consideración de toda la información disponible, incluidas las condiciones climáticas, la cantidad de personas que se metieron al agua sin chalecos salvavidas, el tiempo transcurrido desde la fecha del accidente y una búsqueda incesante en un área más grande que Massachusetts, es con gran pesar que he decidido suspender la búsqueda”, agregó.
La investigación para determinar si hubo un delito de tráfico de personas en este caso sigue adelante, según dijo Anthony Salsibury, agente especial del Departamento de Seguridad Interna a cargo del expediente.