El gobierno federal extenderá el cierre de la frontera terrestre entre Canadá y Estados Unidos por otros 30 días hasta el 21 de octubre.
Una fuente con conocimiento directo de la situación, dijo que los canadienses deberían esperar la posibilidad de que la frontera permanezca cerrada por más tiempo.
El gobierno federal está esperando ver evidencia de que la pandemia de COVID-19 en los Estados Unidos se está manejando de manera eficiente antes de que el gobierno considere abrir los viajes no esenciales entre los dos países.
La frontera ha estado cerrada a viajes no esenciales durante meses. Dado que la carga de casos sigue siendo alta en muchos estados de EE. UU., los dos gobiernos han acordado mutuamente seguir restringiendo el movimiento a través de la frontera internacional más larga del mundo.
El cierre ha provocado una caída drástica del tráfico entre los dos países, aunque los trabajadores esenciales, como los conductores de camiones y los profesionales de la salud, todavía pueden cruzar por tierra. Los canadienses todavía pueden volar a destinos estadounidenses.
El gobierno federal también ha tomado medidas para frenar el movimiento de estadounidenses a través de Canadá en su camino a Alaska. Los viajeros estadounidenses con destino al estado del norte se han limitado a cinco cruces en el oeste de Canadá y deben comprometerse a tomar una ruta directa.
En junio, un hombre que viajaba desde Alaska a los Estados Unidos continentales fue acusado de violar la Ley de Cuarentena de Canadá, al no seguir dos veces las reglas de seguridad pública de COVID-19 mientras estaba en Banff.
Si se descubre que ha violado una orden de cuarentena, podría ser multado con hasta 750.000 dólares o sentenciado a seis meses de cárcel.
Los viajeros estadounidenses tienen prohibido conducir a través de parques nacionales, sitios de ocio y lugares turísticos y reciben una etiqueta colgante para su espejo retrovisor que indica la fecha en que deben salir de Canadá.
Sin embargo, algunos residentes de Banff han comenzado a llamar a la regla el «vacío legal de Alaska» después de ver placas estadounidenses alrededor del punto de acceso turístico de Alberta.
