Por octava semana consecutiva, decenas de miles de personas contrarias a la implantación del pase sanitario y a la vacunación obligatoria contra la covid, volvieron a salir a las calles en numerosas ciudades francesas, en unas protestas que atrajeron a menos participantes que en las semanas precedentes.
Según las autoridades, se reunieron en las 215 protestas repartidas por todo el país unas 141.000 personas (18.000 de ellas en París en cinco manifestaciones). La semana pasada fueron 160.000; hace dos, 175.000; y hace tres, 215.000.
En total, 21 personas fueron arrestadas, tres de ellas por unos leves incidentes en el centro comercial parisino de Les Halles.
Los antisistema de los “Gilets Jaunes” (chalecos amarillos) y algunos sectores de la ultraderecha estuvieron de nuevo representados en las manifestaciones.
Florian Philippot, el exnúmero 2 de Marine Le Pen, encabezó unas de las principales movilizaciones bajo el lema de “Libertad” y con eslóganes contra el presidente Emmanuel Macron.
En vigor desde hace casi un mes, el pase sanitario es un código QR que se genera cuando una persona tiene la pauta de la vacuna completa, un test de antígenos o PCR negativo con 72 horas de validad o un certificación de cura de la covid.