El premier de Ontario, Doug Ford, pidió a los manifestantes que pongan fin al reunirse para protestar por los mandatos de COVID-19 y las medidas de salud pública, argumentando que tiene la máxima confianza en la policía de Toronto para manejar la situación este fin de semana.
El viernes, Ford indicó que la provincia está muy cerca de volver a la normalidad y que, si bien las protestas son un derecho constitucional, la naturaleza y las circunstancias son suficientes para justificar un alto.
Ford reiteró una vez más que el discurso y los símbolos de odio, la intimidación y la violencia son y nunca serán tolerados.
“Los Servicios de Policía de Toronto y Ottawa cuentan con mi apoyo inequívoco mientras trabajan para mantener la seguridad del público”, expresó Ford en un comunicado el viernes. “No se tolerará el acoso ni los actos de odio o intolerancia de ningún tipo. Reiteré tanto al alcalde Tory como al alcalde Watson que la provincia está lista para proporcionar cualquier recurso adicional que puedan necesitar”.
Ford continúa diciendo que “la ocupación en Ottawa solo está perjudicando a familias y empresas que intentan continuar con sus vidas”.
El asediado jefe de policía de Ottawa, Peter Sloly, dijo que no hay idea de cuándo terminaría la protesta, y la policía espera que se intensifique nuevamente este fin de semana con las manifestaciones en Toronto y la ciudad de Quebec.
El subjefe de policía, Steve Bell, admite que no anticipó este tipo de respuesta y agregó que si los oficiales supieran que se filtraría en los suburbios, «habríamos desplegado más recursos en esos vecindarios».
Miles de manifestantes que protestaban contra los mandatos de vacunas y otras restricciones de COVID-19 llegaron a la capital el fin de semana pasado, bloqueando deliberadamente el tráfico alrededor de Parliament Hill.
La Canadian Trucking Alliance, una federación que representa a los camioneros de todo el país, ha estimado que el 85% de los camioneros en Canadá están vacunados.
