El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó al alza sus previsiones de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe gracias a un avance superior a lo esperado de las mayores economías de la región, Brasil y México.
En la revisión de sus previsiones económicas mundiales, publicada este martes, el FMI cree que Latinoamérica crecerá el 1,9 % en 2023, tres décimas por encima de lo que predijo en abril, y para 2024 mantuvo su previsión del 2,2 % para el conjunto de la región.
El crecimiento latinoamericano estará este año y el próximo bastante por debajo del de 2021, cuando repuntó hasta el 7 %, y del 3,9 % de 2022, cuando continuó su recuperación tras la pandemia.
Según explicó el director de Investigación del Fondo, Pierre-Olivier Gourinchas, la demanda interna en la región sigue siendo «relativamente fuerte», aunque se espera que este año se debilite con respecto a 2022.
Recordó que esta región fue la primera en aplicar una política monetaria restrictiva para combatir la inflación, sus bancos centrales reaccionaron mucho antes de que lo hicieran la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco Central Europeo, y eso hizo que sintieran antes los efectos de las subidas de tipos sobre su economía.
Por eso, aunque se ha logrado que baje la inflación en la región, la ralentización es producto de un año y medio de política monetaria restrictiva.
El empuje de Brasil y México
Por esas razones, el crecimiento será menor que el del año pasado, pero no tan bajo como el calculado en abril por el Fondo gracias, sobre todo, al mejor comportamiento de Brasil y México.
Así, el FMI prevé ahora para Brasil un crecimiento del 2,1 %, lo que supone 1,2 puntos más que el que preveía en su anterior informe, y para 2024 espera un crecimiento del 1,2 %, tres décimas por debajo del que calculaba antes.
Para México, el Fondo espera un crecimiento este año del 2,6 %, ocho décimas por encima del que estimaba en abril, y para 2024 deja el crecimiento en el 1,5 %, una décima por debajo.
En esta revisión, el informe no incluye los datos individualizados del resto de países de la región.
Según apuntó Gourinchas, Brasil ha logrado un «importante repunte» en su sector agrícola y ha contagiado a otros sectores como los servicios, mejorando las ganancias. «La economía del país se está comportando bastante bien» y por eso mejoran sus previsiones de este año, dijo.
En cuanto a México, Gourinchas recalcó que la economía de ese país también está funcionando «bastante bien», en parte por sus estrechos lazos económicos con Estados Unidos.
Recordó que la previsión de crecimiento de este año para Estados Unidos ha mejorado en dos décimas hasta el 1,8 %, y que «su más importante socio comercial», México, sentirá los «efectos» de Además, mirando al medio plazo, puede haber otro beneficio importante para México y es el papel que puede jugar en un escenario de fragmentación geoeconómica.
Señaló en este sentido que hay actualmente muchas discusiones al respecto con tendencias como el «nearshoring», el traslado de negocios a países cercanos, y de eso México se va a beneficiar gracias a su relación con Estados Unidos.
Los riesgos, como para el resto del mundo
Latinoamérica no está exenta de verse afectada por los riesgos a la baja que también pueden empeorar las cifras de las economías de todo el mundo, y que el FMI cita en su informe mundial.
Entre esos riesgos está el aumento de los precios que puede provocar el recrudecimiento de la guerra en Ucrania.
También se apunta como riesgo a la baja la posibilidad de un crecimiento de China que sea menor que el que apuntan estas previsiones y que repercuta negativamente en los países que más relaciones mantienen con el gigante asiático, entre los que se encuentran varios latinoamericanos.