El Fluminense de Brasil venció al Boca Juniors de Argentina por 2-1 en la prórroga para ganar la Copa Libertadores por primera vez gracias al gol de John Kennedy en el minuto 99 en el Maracaná el sábado.
El delantero argentino Germán Canó le dio la ventaja al Fluminense con un gol en el minuto 36, pero Luis Advíncula empató para el equipo de Jorge Almirón en la segunda mitad con un disparo de larga distancia.
Un disparo imparable de Kennedy dio el triunfo al Fluminense en la prórroga, aunque dos minutos más tarde el delantero fue expulsado por una celebración excesiva que le valió una segunda tarjeta amarilla.
Antes del final de la primera parte de la prórroga se desató una trifulca entre los jugadores, Frank Fabra de Boca le dio una bofetada al capitán del Fluminense, Nino, por lo que fue expulsado.
«Recuperé el balón para mi hijo Lorenzo. Ahora puedo decirle que soy campeón de la Libertadores», declaró Canó, cuyo gol número 13 esta temporada en la competición igualó el total de todos los jugadores de Boca juntos.
«Quiero dedicar este título a mi familia, al equipo, a nuestro director y a la afición. Era un sueño que queríamos alcanzar desde el primer partido», añadió.
Fernando Diniz, del Fluminense, quien también es el entrenador interino de Brasil, finalmente entregó el elusivo trofeo, para un equipo que perdió la final de 2008.
«Tuvimos muchas oportunidades hoy pero al final no supimos aprovechar la oportunidad para aprovechar al hombre extra», confesó el portero de Boca Sergio Romero.
Boca aspiraba a una séptima corona de la Libertadores, pero ahora ha perdido sus últimas tres finales tras las derrotas de 2012 y 2018.
