La Fiscalía ha pedido al juez que investiga el beso no consentido y las coacciones del expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales a la futbolista Jenni Hermoso que le impida acercarse a menos de 500 metros de la jugadora ni comunicarse con ella por cualquier medio durante la instrucción de la causa.
Fuentes fiscales han informado de la petición del ministerio público, que también solicita que Rubiales comparezca cada quince días ante el juez.
En una audiencia, el expresidente de la RFEF contestó a las preguntas del juez y de todas las partes y ha negado los hechos que se le imputan, tanto las coacciones como la falta de consentimiento en el beso, según estas fuentes.
En los últimos días, Rubiales defendió que la polémica levantada por su beso a la jugadora Jenni Hermoso es «una bola de nieve» alimentada por «intereses espurios» en su contra, y se negó a pedir perdón a la futbolista.
En la entrevista exclusiva que concedió al periodista británico Piers Morgan en el canal «Talk TV» en la que anunció su dimisión -adelantada el pasado domingo- y emitida hoy íntegramente, Rubiales mantuvo su versión de que su «pico» a Hermoso fue fruto de un momento de euforia y no tuvo connotaciones sexuales.
«Creo que ha sido una bola de nieve, por varios intereses, algunos de ellos espurios, en contra de mí», dijo, sin explicar a qué intereses se refería.
En la entrevista, el expresidente de la RFEF comparó su reacción a la que puede tener la gente cuando gana la lotería o la que tendrán los habitantes de Ucrania cuando finalice la guerra en su país.
«En ese momento la gente no pide permiso», aseguró Rubiales al defender que su gesto fue espontáneo y fruto de la euforia, pese a que se trató de una «equivocación».