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Ferreiro, a la cabeza de la izquierda que pide el «voto castigo» en Paraguay

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El candidato a la Presidencia de Paraguay por Avanza País, el expresentador de televisión Mario Ferreiro, habla este 19 de abril, durante una entrevista en Asunción (Paraguay). EFE

La dividida izquierda paraguaya pide el «voto de castigo» este domingo contra los «golpistas» que destituyeron a Fernando Lugo, y su principal candidato, Mario Ferreiro, confía en convertirse en «riel de la balanza» del nuevo Parlamento, según dijo hoy en entrevista con Efe.

Tercero en intención de voto según las encuestas, el expresentador de televisión Ferreiro es candidato a la Presidencia de Paraguay por Avanza País, una escisión del Frente Guasú por el que Lugo concurre como candidato al Senado.
Tanto esas dos formaciones como la feminista Kuñá Pyrendá (Plataforma de Mujeres en guaraní) han hecho campaña para las generales del día 21 pidiendo el voto de castigo para los dos partidos tradicionales, el Liberal de Efraín Alegre y el Colorado de Horacio Cartes.
«Castigo a lo que estamos viendo todos los días, castigo a un senador que compra cédulas, a (un presidente) Federico Franco que se hace con una mansión pocos días antes de dejar el Gobierno y ubica a su hijo en la compra de tierras de la reforma agraria, a la política tradicional paraguaya que es imposible de corregir», demandó Ferreiro.
«Lo que le decimos (al elector) es tenés posibilidades de castigarlos con un candidato que tiene posibilidades», dijo en alusión a la intención de voto que le daban las últimas encuestas, casi un 10 %, convirtiendo a Avanza País en la tercera fuera política de Paraguay.
«Es la famosa tercera fuerza que tanto queremos conquistar en Latinoamérica desde hace mucho tiempo, donde hay modelos bipartidistas muy antiguos. Es un intento que yo estoy muy satisfecho, (que) está viendo sus frutos ahora» en Paraguay, aseguró.
«Yo tengo la percepción de que Avanza País va a quedar casi como el riel de la balanza en el Parlamento», abundó.
En Paraguay «los políticos tradicionales han tenido la tendencia a subestimar a la gente, a tomarnos a todos por tontos (…) Yo creo que la gente lo entendió muy bien y tendremos muchas sorpresas este domingo», aventuró Ferreiro.
La izquierda concurre, sin embargo, muy dividida a las elecciones generales del domingo, primeras tras la destitución de Lugo en un juicio político parlamentario, el pasado 22 de junio.
Ferreiro admitió que «la dirigencia de la izquierda no estuvo a la altura de las circunstancias».
«Hay que hacer una revisión, hay que hacer un mea culpa y corregir esto después del 21. Esto es un imperativo, además lo demanda la gente, si no lo sabemos hacer, la gente nos irá abandonando», observó el candidato.
Destacó que, durante la campaña, no cargó las tintas contra «los compañeros» del Frente Guasú y Kuñá Pyrendá.
«Creo que son nuestros aliados, no nuestros enemigos, y voy a trabajar por ello. Aún así no termina ahí el trabajo de construcción de un frente con posibilidades grandes de ser poder en el Paraguay», manifestó.
Día atrás, en otra entrevista con Efe, también Lugo admitía que el «escenario ideal» habría sido una candidatura unida de las tres principales formaciones de izquierda, pero porfió que «la unidad es un proceso de construcción» que puede conseguirse en 2018, para los siguientes comicios.
A Lugo no le cabe duda de que el «golpe» contra él fue una «conspiración» de los dos partidos tradicionales, por el «peligro de ser desplazados por las nuevas fuerzas sociales y políticas progresistas» a las que él amparaba.
En el juicio que supuso su destitución, Lugo se quedó solo con el apoyo del puñado de senadores del Frente Guasú, que para estos comicios lleva como candidato presidencial al poco conocido médico Aníbal Carrillo, líder de uno de los partidos del Frente.
Kuñá Pyrendá concurre con la candidatura de Lilián Soto, ex ministra del Ejecutivo de Lugo.
Todos han descartado participar de un futuro Gobierno encabezado por Alegre o Cartes.
«En esta situación actual, me parece que sí habría que hacer una oposición racional y una oposición que apoye en las decisiones que ayuden a paliar los grandes problemas del Paraguay», aseveró Ferreiro.
Durante la campaña, Ferreiro ha sido el único de los cuatro candidatos principales a la Presidencia en abogar por un Estado más fuerte, con más recursos, en un país con una carga tributaria mínima que apenas representa el 12-13 por ciento del PIB y un tercio de la población bajo el umbral de la pobreza.
Pero el experiodista no cree en la «vieja izquierda» que convierte en «enemigos» a los sectores políticos y económicos que han dominado Paraguay, sino en pactos como los que promovió el Partido de los Trabajadores, del expresidente brasileño Luiz Inacio «Lula» da Silva.

Santi Carneri/Asunción, 19 abr (EFE).-

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