La exsecretaria de Seguridad Nacional de EE.UU. Janet Napolitano, impulsora del programa que suspendió las deportaciones de jóvenes indocumentados, apoya que el presidente Barack Obama actúe por su cuenta en el tema de la inmigración si el Congreso no lo hace, según una entrevista publicada hoy por The Washington Post.
«Si el Congreso se niega a actuar y cumplir con sus obligaciones, entonces creo que es apropiado que el Ejecutivo intervenga y use su autoridad con base en la ley (…) para tomar medidas en el ámbito de la inmigración», dijo Napolitano, quien fue la responsable del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) hasta septiembre de 2013.
Mientras se espera que Obama, tal como ha prometido él mismo, anuncie medidas ejecutivas sobre inmigración después de las elecciones legislativas del 4 de noviembre, la opinión de Napolitano es particularmente relevante, ya que fue ella quien impulsó desde el DHS el programa conocido como Acción Diferida (DACA), lanzado en 2012.
Gracias a la DACA, que entró en vigor en agosto de 2012, más de 580.000 jóvenes que llegaron indocumentados a EE.UU. cuando eran niños han evitado ser deportados.
En un discurso adelantado al Post y que dará hoy en la Escuela de Derecho de la Universidad de Georgia, Napolitano hablará por primera vez de los debates que hubo dentro de la Administración de Obama sobre la conveniencia o no de lanzar en su momento la DACA.
«Hubo importantes preocupaciones logísticas (…). Se corría el riesgo de parecer que hacíamos una ley y usurpábamos (la función) del Congreso», dirá Napolitano en ese discurso, según extractos preparados y adelantados al diario.
A comienzos de 2012, la exsecretaria reunió a un pequeño equipo de asesores y abogados y les preguntó acerca de qué se podía hacer por los «dreamers» («soñadores»), como se conoce a esos jóvenes indocumentados, sin que fuera «una amnistía» y «dentro de los parámetros de la ley».
Su equipo recomendó un plan para suspender las deportaciones, pero únicamente de los jóvenes cuyo proceso de expulsión ya estaba en marcha, aunque Napolitano pensó que eso no era «lo suficientemente audaz», según cuenta ella misma.
Con la propuesta de la DACA bajo el brazo, Napolitano se reunió con Obama y se encontró también con reticencias entre varios de los asesores del presidente sobre la implementación del programa y las consecuencias jurídicas de actuar sin el Congreso.
«Simplemente me pareció que teníamos que hacer algo por ese grupo de jóvenes. Ellos fueron traídos aquí (a Estados Unidos) cuando eran niños, no por su propia voluntad. Ellos son una de las mayores víctimas de la falta de una reforma migratoria», recuerda Napolitano en la entrevista con el Post.
En junio de 2013, el Senado aprobó un proyecto de ley bipartidista para una reforma migratoria respaldado por Obama, pero la Cámara Baja, de mayoría republicana, prefiere medidas parciales y condicionadas al aumento de los recursos para reforzar la seguridad fronteriza.
Obama había prometido anunciar medidas ejecutivas sobre inmigración antes del final del verano, pero luego dio marcha atrás y decidió retrasarlo hasta después de las elecciones legislativas de noviembre para no perjudicar a los candidatos demócratas, según la Casa Blanca.
Washington, 27 oct (EFE).-