El salvadoreño y canadiense Marcelo Herrera viajará a su país natal con una misión muy importante: documentar el cambio cultural que atraviesa El Salvador por medio del deporte.
Su objetivo es ayudar a crear un modelo sostenible a nivel internacional del programa Deporte para el Desarrollo y la Paz (DDP). Marcelo tendrá además la posibilidad de contribuir a subsanar posibles deficiencias del programa a partir del 3 de julio, cuando aterrice en San Salvador.
El DDP fue fundado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el fin de fomentar de manera sistemática y coherente el deporte para alcanzar altos niveles de salud, educación, desarrollo y paz.
A través de esta iniciativa la ONU promueve el deporte como un poderoso vehículo de cambio social positivo e incluyente. De hecho, el deporte ha sido reconocido como uno de los medios más importantes para alcanzar el desarrollo sostenible en la agenda de la ONU del 2030.
Asimismo, el actual presidente de El Salvador le apuesta al deporte como cambio, su slogan: “Construyendo el camino marca la ruta” habla del inicio de la estructura del deporte en el país, empezando por adoptas el programa DDP.
Marcelo, historiador y antropólogo con una maestría en antropología con énfasis en la migración internacional y estudios étnicos, trabajará con el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES) por un periodo de 3 a 6 meses. Su investigación busca ofrecer “información útil y precisa sobre las verdaderas posibilidades y limitaciones del deporte para lograr el desarrollo y la paz” además de “documentar, en tiempo real, el establecimiento de una nueva cultura deportiva en El Salvador a través de una forma de gobierno progresiva y transparente” dijo Marcelo, quién es también deportista por excelencia.
Desde los 13 años su talento por el fútbol lo llevó a jugar en el equipo de la provincia de Ontario y en el bachillerato jugó varios torneos con el equipo de su colegio. Fue tanto su amor por el fútbol que una vez terminó la secundaria se dedicó de tiempo completo al juego, convirtiéndose en el director técnico de varios programas para jóvenes en la ciudad de London, Ontario, también entrenó adultos de primer nivel y fue asistente del entrenador para la Universidad de Western Ontario. Su tesis de maestría también se basó en el deporte: Fútbol, espacio e integración comunitaria: ser y convertirse en canadiense en London, Ontario a través del juego del mundo. Hoy en día, su hija sigue sus pasos jugando fútbol.
Es por ella que Marcelo está tan interesado en hacer el deporte inclusivo, pues llevando a su hija al entrenamiento se dio cuenta de las varias limitaciones que tuvo que afrotar comparado con las afrontó él cuando jugaba. Siendo entrenador también fue testigo de cambio, pues vió como varias mujeres latinas alcanzaron un nuevo nivel de independencia cuando asimilaron la cultura norteamericana de ser una “soccer mom” o “mama de fútbol” que quiere decir que son ellas las encargadas de llevar a sus hijos a los entrenamientos, torneos y demás exigencias del deporte. Antes, explicaba, eran los hombres los que manejaban, sacaban la licencia y tenían carro; cuando las mujeres quisieron ser “soccer moms” sacaron sus licencias y ya no dependían del hombre para ser trasladadas de un lugar a otro.
Marcelo cree que una sociedad podrá realmente progresar solo si se le da un valor igual a la población femenina en el deporte y en todo ámbito.
Marcelo, quien empezó sus estudios universitarios a los 28 años, le recomienda a otros deportistas alternar su pasión con los estudios universitarios ya que en su experiencia una vez terminó su carrera como jugador se quedó “tan solo con un diploma de bachiller”, afirmó. Actualmente, se encuentra cursando un doctorado en las ciencias de la salud. Su meta tras varios años de estudio es aportar a la sociedad su granito de arena. Cuando llegó a Canadá, a los 5 años, su padre le dijo en el aeropuerto que lo había dejado todo atrás – familia, amigos, trabajo, idioma y cultura – para ofrecerle un mejor futuro. Ahora Marcelo está feliz de sus logros profesionales, particularmente de ir a trabajar de la mano del presidente de INDES – el Lic. Yamil Bukele. “Atribuyo mis éxitos dentro y fuera del campo de fútbol a mis padres, Marcelo e Inés; y el entrenador Martin Painter en la Universidad de Western Ontario”.
“Desde una perspectiva personal, la oportunidad de trabajar con y para el Ministerio de Deportes de El Salvador me permite aplicar mis estudios universitarios en el mundo real. Espero utilizar mi formación en antropología y ciencias de la salud para contribuir de cualquier manera que pueda al avance del uso del Deporte para el Desarrollo y la Paz en El Salvador” dijo.
Viajará por todo el país visitando los nuevos estadios, hacienda entrevistas y evaluando lo que hasta el momento está tomando lugar en el deporte. Además, trabajará con la Federación Salvadoreña de Fútbol brindando seminarios de capacitación a los entrenadores para compartir el método de entrenamiento que desarrolló como entrenador y que actualmente es utilizado por dos equipos pertenecientes al Major League Soccer (MLS) de Norte América.
El año 2022 promete ser un año emocionante, ya que planea abrir una escuela de fútbol de primera, pero económicamente accesible en su ciudad natal de Cambridge, Ontario.
