Una multitud de personas en Santiago, la segunda ciudad más grande de Cuba, hicieron parte de una gran protesta pública el domingo, lo que llevó al presidente cubano Miguel Díaz-Canel a pedir un diálogo en una «atmósfera de tranquilidad y paz», según dijeron medios sociales e informes oficiales.
Los manifestantes en Santiago salieron a las calles con cánticos de «poder y comida», según videos publicados en las redes sociales, mientras los apagones en lugares se extendían por 18 horas o más al día, poniendo en peligro los alimentos congelados y aumentando las tensiones en la isla.
Cabe mencionar que Cuba cayó en una crisis económica casi sin precedentes desde la pandemia de COVID-19, con una gran escasez de alimentos, combustible y medicinas que ha avivado un éxodo sin precedentes que ha visto a más de 400.000 personas migrar a Estados Unidos.
Díaz-Canel confirmó la protesta de Santiago en la plataforma de redes sociales X, antes conocida como Twitter, poco después de concluir la manifestación.
«Varias personas han manifestado su descontento por la situación del servicio eléctrico y de la distribución de alimentos», dijo Díaz-Canel. «La disposición de las autoridades del Partido, del Estado y del Gobierno es atender las quejas de nuestro pueblo, escuchar, dialogar, explicar los numerosos esfuerzos que se están realizando para mejorar la situación, siempre en un ambiente de tranquilidad y paz.»
Díaz-Canel también dijo que «terroristas» de Estados Unidos buscaban fomentar nuevos levantamientos.
«Este contexto será aprovechado por los enemigos de la Revolución, con fines desestabilizadores», afirmó Díaz-Canel en X.
La policía había llegado a Santiago para «controlar la situación» y «prevenir la violencia», según un relato publicado en las redes sociales por el estatal CubaDebate.
No quedó claro de inmediato si alguien había sido arrestado durante la protesta.
Beatriz Johnson, funcionaria del Partido Comunista de Santiago, dijo que los manifestantes en la ciudad del este de Cuba habían sido «respetuosos» y habían escuchado «atentamente» las explicaciones del gobierno sobre la escasez de alimentos y electricidad.
La Habana, capital de Cuba, y los barrios periféricos que fueron encuestados parecían tranquilos hasta bien entrada la tarde del domingo. No pudo confirmar de inmediato la veracidad de los videos en las redes sociales de supuestas protestas en otras ciudades cubanas.
La embajada de Estados Unidos en La Habana dijo que estaba monitoreando las protestas en Santiago y otros lugares.
«Instamos al gobierno cubano a respetar los derechos humanos de los manifestantes y abordar las necesidades legítimas del pueblo cubano», dijo la embajada en X.
El Ministro de Asuntos Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, criticó los comentarios de la Embajada de Estados Unidos a última hora del domingo, culpando de la «aguda situación económica» de Cuba al prolongado embargo comercial y sanciones de Estados Unidos.
«El Gobierno de Estados Unidos, especialmente su embajada en Cuba, debe abstenerse de interferir en los asuntos internos del país e incitar al desorden social», dijo Rodríguez en X.
Las protestas en la isla son extremadamente raras, pero han surgido con más frecuencia en los últimos años a medida que la crisis económica sacude al país.
A pesar de que la constitución cubana de 2019 otorga a los ciudadanos el derecho a protestar, una ley que define más específicamente ese derecho está estancada en la legislatura, dejando a quienes salen a la calle en un limbo legal.
La Unión Europea, Estados Unidos y grupos de derechos humanos han criticado la respuesta de Cuba a las protestas más de dos años antes, el 11 de julio de 2021, las más grandes desde la revolución de Fidel Castro de 1959, como duras y represivas.
Por su parte, el gobierno de Cuba dijo que los encarcelados eran culpables de agresión, vandalismo y sedición.
