Estados Unidos cree que Venezuela está cerca de ser un «narcoestado» debido al «hecho irrefutable» de que miembros del Gobierno de Nicolás Maduro están implicados en actividades de tráfico de drogas, unos actos que pueden desembocar en más sanciones contra el país caribeño en los próximos meses.
El secretario de Estado adjunto de EE.UU. para la Seguridad y la Lucha Antinarcóticos, William Brownfield, hizo este viernes esas valoraciones en una conferencia de prensa telefónica para evaluar sus 38 años en la carrera diplomática, a los que pondrá fin el 30 de septiembre.
«La expresión de narcoestado, para mí, quiere decir un Estado cuyo Gobierno está formado o dominado por representantes de la industria de la droga ilícita, esa es la definición. Y digo yo que, en este momento, Venezuela se acerca a ese punto», consideró Brownfield, que fue embajador en el país caribeño entre 2004 y 2007.
El diplomático, no obstante, consideró que el Gobierno de Venezuela no está «dominado» por la industria narcotraficante, aunque sí está «penetrado» e «influenciado» por ella.
Brownfield consideró que Venezuela sigue siendo uno de los mayores desafíos para EE.UU. en términos de narcotráfico, aunque menos que hace cinco años, cuando el país caribeño era el responsable del 50 % de la cocaína procedente de Colombia, un porcentaje que se ha reducido «bastante» en los últimos años.
«Venezuela es aún responsable de mucho del movimiento de los fondos ilícitos producidos por la industria narcotraficante, por sus instituciones grandes que procesan mucha plata en un día normal de trabajo, pero también en términos de sus instituciones de seguridad y de justicia», subrayó.
Consideró, de esa forma, que la crisis de Venezuela no es solo un problema político, democrático, de seguridad, de salud y de nutrición, sino también de «presencia y penetración de organizaciones criminales», un elemento que Brownfield pidió incorporar al debate internacional sobre el país.
«Sí puedo decir que la droga ilícita es parte del paquete de desafíos y que las sanciones de mi Gobierno están basadas en el hecho irrefutable de que hay muchos miembros de ese Gobierno (de Venezuela) que participan de eso», dijo el veterano funcionario estadounidense.
Sobre el tema de las sanciones, Brownfield consideró «una buena política» las sanciones que el Gobierno de Donald Trump ha seguido imponiendo a Venezuela, pues muestran «qué tipo de personas están involucradas en el Gobierno» y adelantó: «Si tuviera que especular diría que habrá más sanciones durante los meses que vienen».
El pasado julio, Trump llegó a imponer sanciones económicas directas contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, a quien calificó de «dictador» por promover la creación de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) con poder para redactar una nueva Constitución y que no es reconocida por la oposición.
Brownfield explicó que, hasta ahora, las sanciones contra Maduro han sido específicamente por «sus actividades antidemocráticas y políticas», pero aseguró que «eso no quiere decir que no haya evidencias que pudieran apoyar una decisión de sancionar por otras razones», sin detallar si se refería a sanciones por narcotráfico.
Durante su tiempo como embajador en Venezuela, mantuvo una tensa relación con el Gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), quien en varias ocasiones amenazó con expulsar a Brownfield, entre otras cosas, por las incursiones que el diplomático hacía por barriadas de Caracas sin avisar al Ejecutivo.
«Pasé tres años en Venezuela, entre 2004 y 2007, creo que la Venezuela de hoy es muy diferente, muy distinta de la Venezuela de hace diez años y en casi todos los aspectos de manera negativa», lamentó.
Las declaraciones de Brownfield podrían llegar a tensar aún más las relaciones entre Caracas y Washington, donde el mes pasado Trump sorprendió al asegurar que no descartaba una opción militar para Venezuela, una idea que despertó el rechazo de Caracas y de todo el continente.
Sin embargo, en los últimos días, EE.UU. ha expresado su apoyo a los nuevos acercamientos políticos entre el chavismo y la oposición que tuvieron lugar en la República Dominicana.
Se prevé que estas negociaciones continúen el próximo 27 de septiembre.