España, vigente campeón mundial y bicampeón europeo, y Brasil, anfitrión y cinco veces campeón mundial, parten como favoritos al título de la Copa Confederaciones, que se disputará a partir del sábado en seis ciudades brasileñas y enfrentará a los actuales vencedores de los torneos continentales.
Brasil y España son cabezas de serie de sus respectivos grupos, usarán su fuerza máxima en la competición y tienen razones diferentes para esforzarse para levantar el trofeo el 30 de junio próximo en la final que se disputará en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Ambas, que sólo se medirán en una eventual semifinal o en la final, fueron junto con Nigeria y Japón las selecciones con mejores resultados en los últimos partidos disputados antes de la Confederaciones.
Italia llegó con dudas que se ahondaron con el empate 2-2 que cedió en un amistoso en Río de Janeiro ante Haití.
México y Uruguay están más preocupadas con las eliminatorias mundialistas, su prioridad en este momento, ante resultados que ponen en duda su presencia en el Mundial que Brasil organizará en 2014.
Y Tahití es considerada la cenicienta del grupo al tener tan solo un jugador profesional.
Un estudio divulgado hoy por la consultora brasileña Pluri mostró que España y Brasil son las selecciones más valiosas entre las ocho que disputarán el torneo.
De acuerdo con Pluri, los 23 jugadores en la lista del seleccionador español, Vicente Del Bosque, tienen un valor de mercado sumado de 648 millones de euros, mientras que los brasileños valen 446 millones de euros. Por detrás están Italia, Uruguay, Japón, México, Nigeria y Tahití, por ese orden.
El equipo convocado por el seleccionador brasileño, Luiz Felipe Scolari despejó las dudas que exhibía hasta hace una semana con su convincente victoria por 3-0 sobre Francia en un amistoso disputado el domingo pasado en la ciudad brasileña de Porto Alegre.
Fue la primera victoria de Brasil sobre un campeón mundial en los últimos cuatro años y la primera sobre Francia en dos décadas.
Para los brasileños es una cuestión de honra retener el título de vencedores de la Copa Confederaciones que conquistaron hace cuatro años con una victoria a domicilio, además de darles confianza para 2014.
España, tras encadenar un Mundial y dos títulos europeos, aspira a conquistar la competición por primera vez en su historia y demostrar que es aspirante firme a la cita en Brasil en 2014.
Para ello, llegó a la Copa con prácticamente el mismo grupo que triunfó en el Mundial de Sudáfrica, con la excepción de Carles Puyol y Xabi Alonso, dos veteranos lesionados, y reforzado por Javi Martínez y Fernando Torres, que buscan una nueva oportunidad, y por Roberto Soldado, que espera brillar en su primera gran competición internacional.
México, que integra el Grupo A junto a Brasil, Italia y Japón, no llega en su mejor momento a disputar la Confederaciones.
Tras el empate sin goles del martes ante Costa Rica en pleno estadio Azteca que los dejó en el tercer lugar en la clasificación mundialista, su prioridad es recuperarse para los próximos partidos que otorgan el cupo para Brasil 2014.
Italia, subcampeón europeo y número 8 en la clasificación mundial, clasificó al torneo tan sólo porque España, campeón europeo, ya tenía cupo garantizado por su condición de campeón mundial.
Japón, pese a ser el único que garantizó la clasificación al Mundial de 2014 junto a Brasil, es considerado como el más débil del Grupo A por su falta de experiencia en este torneo.
El principal rival de España en el Grupo B parece ser Uruguay, que conquistó con méritos la Copa América 2011 tras eliminar a la anfitriona Argentina y derrotar en la final a la combativa Paraguay.
Uruguay tiene como principal credencial el alto poder ofensivo representado por jugadores como Luis Suárez, Edinson Cavani y Diego Forlán.
Nigeria tiene previsto desembarcar el sábado en Brasil en medio de la crisis generada por la negativa de los jugadores a disputar la Confederaciones tras saber que la bonificación prometida sería reducido a la mitad.
Las Águilas Verdes fueron campeones africanos este año y están volando en las eliminatorias, pero tendrán que superar su crisis interna si quieren avanzar al menos a semifinales.
El grupo B lo completa Tahití, cuyo principal objetivo, según admiten algunos miembros de la delegación, es evitar ser goleado.
Río de Janeiro, 13 jun (EFE).-
