Los canadienses están hartos de la forma en que los liberales de Trudeau están gestionando el sistema de inmigración y han perdido la fe en la capacidad del primer ministro para gestionar el asunto. Una nueva encuesta para Postmedia realizada por Leger , la empresa de encuestas más precisa de Canadá en las últimas elecciones, revela cómo se siente el país.
Aproximadamente dos tercios de los encuestados creen que el gobierno de Trudeau está incorporando a demasiada gente a través del programa de residencia permanente. Más de la mitad cree que se deberían ofrecer salarios más altos a los trabajadores canadienses antes de incorporar a trabajadores extranjeros temporales.
Mientras tanto, sobre la cuestión de la evaluación de los hasta 5.000 refugiados de Gaza que el gobierno ha acordado traer, sólo el 6% tiene mucha confianza en la capacidad del gobierno de Trudeau para evaluar adecuadamente a estos solicitantes de asilo.
Dado que Gaza está gobernada por un grupo terrorista, Hamás, y que la mayoría de la población apoya a Hamás y su ataque a Israel en octubre pasado, deberíamos estar preocupados por quién está entrando. Sólo aquellos a quienes Hamás autorice a salir de Gaza recibirán permiso para venir a Canadá.
Y, a la luz de la debacle que vimos desarrollarse esta semana en Parliament Hill, todos deberíamos estar preocupados.
El ministro de Seguridad Pública, Dominic LeBlanc, uno de los ministros más inteligentes y políticamente astutos de Trudeau, dijo: “Así es como debería funcionar el sistema de investigación y seguridad nacional”.
Así reaccionó LeBlanc a la noticia de que Ahmed Eldidi había recibido la ciudadanía canadiense.
Ahmed Eldidi es el padre del dúo padre-hijo arrestado hace un mes y acusado de conspirar para perpetrar un ataque terrorista en Toronto. Eldidi padre también enfrenta cargos por su presunta participación en un video de tortura y propaganda del ISIS.
Llegó a Canadá en 2018 con una visa de visitante, rápidamente solicitó el estatus de refugiado, luego se convirtió en residente permanente y luego en ciudadano. A pesar de aproximadamente media docena de referencias a que lo habían enviado a un control de seguridad “biométrico” o de otro tipo, los funcionarios nunca se dieron cuenta de que era la supuesta estrella de un video de ISIS.
Teniendo en cuenta todo esto, no sorprende que el 64% de los canadienses diga que no confía en que el gobierno vaya a «evaluar exhaustivamente» a los refugiados procedentes de Gaza. Incluso el 53% de los que dijeron que votarían por los liberales le dijeron a Leger que no creen que el gobierno vaya a hacer un buen trabajo.
¿Cómo podemos hacer un buen trabajo?
El término “biometría” suena bien, pero equivale a pasar su foto y sus huellas dactilares por una base de datos canadiense. Todo el incidente de Eldidi debería hacer que los funcionarios federales reconsideren sus métodos en lugar de decir, como hizo Leblanc, que así es como debería funcionar el sistema.
En cuanto a la cuestión de la incorporación de 500.000 personas al año, cuando se presentó el plan liberal de Trudeau para la residencia permanente, el 65% dijo que estábamos incorporando a demasiada gente. Esto incluye al 86% que dice que votará por los conservadores en las próximas elecciones, el 75% que dice que votará por el Bloque Quebequense, el 63% que votará por los verdes, el 53% que votará por los liberales y el 46% que dice que votará por el NDP.
Entre los votantes de cada uno de los partidos representados en el Parlamento, fueron más los que dijeron que estábamos trayendo demasiados inmigrantes que los que dijeron que estábamos trayendo la cantidad adecuada o no la suficiente.
“En los últimos años, hemos visto un aumento masivo en la inmigración temporal, ya sea de trabajadores extranjeros temporales o de estudiantes internacionales, en particular, que han crecido a un ritmo mucho más allá de lo que Canadá ha podido absorber”, dijo Trudeau a principios de abril.
Han pasado casi cinco meses desde que Trudeau hizo esas declaraciones y nada sustancial ha cambiado. Señaló que había problemas, pero se negó a permitir soluciones reales hasta que la situación hubiera pasado por un punto crítico.
Desde hace mucho tiempo existe un consenso político sobre que la inmigración es algo positivo para Canadá. Ahora ese consenso se ha roto debido a la incompetencia de Trudeau.
Éste será su legado.
