El presidente Felipe Calderón reconoció que en la lucha de su gobierno contra el narcotráfico y el crimen organizado se han cometido errores, aunque afirmó que han sido la excepción y que su administración contribuyó a evitar que la delincuencia tomara el control del Estado mexicano.
En un discurso con motivo de su sexto y último informe de gobierno, el mandatario defendió su estrategia de seguridad que en buena medida se ha apoyado en un despliegue inédito de militares y marinos en diversas zonas del país, a los que elogió por su respaldo.
“Ciertamente se han cometido errores y en algunos casos abusos, pero han sido la excepción y no la regla… por esos casos aislados no puede juzgarse a las instituciones”, afirmó Calderón desde el Palacio Nacional en la ciudad de México.
Aseguró que en cualquier caso de abuso que se ha tenido conocimiento, su gobierno ha actuado.
Grupos de derechos humanos nacionales y extranjeros han denunciado en los últimos años abusos –incluidos asesinatos y violaciones– de algunos miembros de las fuerzas federales que participan en la lucha contra el narcotráfico.
El mandatario dijo que los delincuentes han provocado “un daño incalculable” en México, en particular los asesinatos y desapariciones, en lo que calificó como una de “las más cruentas luchas de las que se tenga registro”.
El gobierno no ha divulgado ninguna cifra oficial de desaparecidos y dejó de hacerlo con el número de asesinatos atribuidos al crimen organizado.
La última cifra oficial señaló que sólo entre diciembre de 2006, cuando Calderón asumió el poder, y septiembre de 2011 hubo poco más de 47.500 asesinatos atribuidos al crimen organizado. Grupos civiles han señalado que a la fecha la cifra se habría incrementado a 60.000 muertos o más.
El mandatario aseguró que más allá de los errores, las fuerzas federales han respetado los derechos humanos y se ha puesto del lado de la gente.
“Jamás se recurrió al estado de excepción”, dijo en referencia a que nunca se ordenó la suspensión de garantías para enfrentar la violencia del narcotráfico en algunas zonas.
Calderón, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), dejará el poder el próximo 30 de noviembre y entregará la presidencia a Enrique Peña Nieto, quien el viernes fue declarado presidente electo y llevará de vuelta al gobierno federal al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El PAN, que en 2000 se convirtió en el primer partido de oposición en llegar a la presidencia tras siete décadas de gobiernos continuos del PRI, concluirá en diciembre dos periodos continuos en la presidencia.