El Ministerio de Salud de Brasil informó el miércoles en conferencia de prensa que un brasileño de 61 años que viajó a Italia este mes es el primer caso confirmado del nuevo coronavirus en Latinoamérica.
El hombre, que contrajo la enfermedad en Europa, estuvo dos semanas en Lombardía, en el norte de Italia, en un viaje de trabajo.
Las autoridades ya habían informado el martes por la noche que un primer test de laboratorio había dado positivo, pero esperaban la contraprueba para considerarlo confirmado.
“Vamos a ver cómo se va a comportar el virus en el hemisferio sur, en la situación de un país tropical, en pleno verano. Es un virus nuevo”, dijo el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta.
Pese a que desde el comienzo del brote en China se registraron en Brasil y en la región decenas de casos sospechosos, todos habían sido descartados.Mandetta definió a la enfermedad como una “gripe que se comporta de manera más agresiva”.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria trabaja en un mapeo de todos los contactos que tuvo el hombre con otras personas, tanto en el hospital y en su domicilio como en el avión que lo trajo de regreso a Brasil.
Según el Ministerio de Salud, el empresario que vive en Sao Paulo comenzó a mostrar síntomas compatibles con la enfermedad como tos seca, dolor de garganta y gripe el 23 de febrero, dos días después de su regreso a Brasil.
Lombardía, el lugar donde habría contraído el virus, es el epicentro del brote en Italia, donde se registraron hasta el momento más que 200 casos confirmados y algunos muertos.
Ante la sospecha de enfermedad, el Instituto Albert Einstein de Sao Paulo, donde el hombre recibió atención médica, realizó pruebas respiratorias que finalmente fueron positivas. El Instituto Adolfo Lutz, también en Sao Paulo, realizó la contraprueba que dio por confirmada la presencia del virus.
En estos momentos el paciente se encuentra estable y en aislamiento domiciliario en la capital paulista.
“Apenas acaben los síntomas dejará de estar aislado y volverá a su vida normal”, dijo José Ferreira, secretario de Salud de Sao Paulo.
Las autoridades dijeron que el hombre recibió a unos 30 familiares en su casa desde que regresó a Sao Paulo el viernes. Esas personas están bajo observación junto con los pasajeros del avión que lo trajo de regreso.
El ministro de Salud brasileño, por su parte, buscó evitar la alarma. “Nuestro sistema de salud ya pasó por epidemias respiratorias graves, vamos a atravesar esta situación invirtiendo en ciencia, investigación y claridad informativa”.
El avance del coronavirus, potenciado por la confirmación del caso local, pero principalmente por el aumento de contagios en Europa, impactó en el mercado de acciones brasileño, explicó a The Associated Press Roberto Dumas, profesor de Economía Internacional en el Insper de Sao Paulo.
Cerca del cierre de la bolsa en Sao Paulo, su principal índice marcaba una caída superior al 7%.
Las pérdidas de valor fueron encabezadas por empresas de aviación, que caían más de 13%, influenciado por el impacto que provocará en una reducción del turismo, según el analista.
También la moneda local se desvalorizó y alcanzó 4,44 reales por dólar estadounidense, su menor valor nominal de la historia.
Dumas dijo que los inversores están preocupados con el aumento de casos de infección fuera de China, que pueden desacelerar la economía global.
“La llegada del virus a Brasil suma más incertidumbre y riesgo a un mundo en crisis. Al no ofrecer seguridad de retorno, los inversores buscan refugio y sacan su dinero de aquí”.
Cuatro años atrás el gigante sudamericano estuvo bajo la lupa mundial por el descubrimiento del virus del zika, vinculado con el aumento de casos de microcefalia y otras alteraciones en bebés. En un balance presentado en diciembre, el gobierno brasileño reportó
Brasil aumentó el miércoles a 20 el número de casos sospechosos de haber contraído el nuevo coronavirus, de los cuales 12 de ellos regresaron de Italia. Desde el comienzo del brote 59 casos han sido descartados.
La confirmación del virus llega cuando la mayor parte de Brasil retoma poco a poco sus actividades luego de los feriados de carnaval.
Thiago Brito, gerente de una tienda que vende máscaras en Sao Paulo, dijo que hubo un incremento en las ventas de ese producto debido a envíos a Italia y también otros para propio uso local.
“La demanda es realmente grande debido a la confirmación del caso”, dijo Brito. “Las personas están asustadas y anticipándose (a los riesgos) y comprando máscaras y alcohol en gel”.
Amanda Pereira, quien participó el miércoles de una fiesta callejera carnavalesca junto con su hija pequeña, dijo que “tengo mucho miedo porque mis hijas tienen problemas respiratorios, estamos alertas”.
Consultado por la prensa sobre si los brasileños deberían cancelar los planes para viajar a Europa, Mandetta dijo que la población debe ser “sensata” para tomar decisiones y que se trata de “otro motivo para hacer turismo doméstico”.
Debido a la propagación de casos en el mundo, como medida preventiva Brasil había ampliado el lunes los criterios para el análisis de casos sospechosos. El Ministerio de Salud había determinado que ciudadanos que presenten fiebre y síntomas gripales provenientes de Italia y de otros ocho países debían ser considerados sospechosos de haber contraído el coronavirus.
En esa lista ya estaban, además de China, Japón, Singapur, Corea del Sur, Corea del Norte, Tailandia, Vietnam y Camboya. En todos los casos, se trata de países en los que la Organización Mundial de la Salud detectó al menos cinco casos de transmisión de la enfermedad.