El café gourmet Café del Cielo llega a mediados de junio para ofrecer uno de los cafés con puntaje de más alta calidad a nivel mundial. El café producido por la compañia canadiense Del Cielo Group Corporation, arriba después de dos años de trabajo, esfuerzo y seguimiento tras seleccionar los mejores caficultores en Colombia.
Las personas interesadas en adquirir el producto podrán encontrarlo por todo el sur de Ontario, Ottawa y Quebec. Por el momento, el café ya está en pre-venta. Para más información, podrá contactarse por email a info@delcielogroupinc.com o para ventas y distribución puede escribir a sales@delcielogroupinc.com o al teléfono 289.965.8253
La calidad de su grano y objetivo de la organización hacen de este café, un café celestial, como bien lo describe su éslogan. La empresa busca mejorar la calidad de vida de sus productores para aportar así en la construcción de una mejor Colombia rural y sostenible que potencie la economía familiar cafetera.
Uno de los productores está ubicado en el departamento de Risaralda a una altura que oscila entre 1.850 y 1.950 metros sobre el nivel del mar aproximadamente, allí se cultiva un café de origen especial premium 100% colombiano, con varieda arábica, caturra y castillo, y con un perfil de taza de aroma afrutado y herbal, de sabor dulce y a frutos amarillos, acidez pronunciada y málica, un cuerpo redondo y de notas panela y chocolate.
En esta finca laboran familias indígenas, afrodescendientes, campesinos, y madres cabezas de familia quienes con todo su amor, dedicación y trabajo aportan un granito de arena a la construcción de ese país rural sostenible. El segundo proveedor, ubicado en el departamento de Antioquia, está igualmente comprometido a construir un mejor país por medio de proyectos que mejoran las condiciones de vida de sus integrantes.
Colombia es el único país que produce de manera exclusiva el café arábigo, ya que la planta de este tipo de grano se da a partir de 1.300 metros de altura sobre el nivel del mar, explicó Juan Barrios, colombiano conocedor de procesos logísticos y de importación y director de operaciones de la compañía en Colombia y Canadá. Otros países producen el arábigo y robusto, generalmente.
El grano de café arábigo requiere crecer en unas fincas muy particulares, con unos rangos de altura y humedad muy específicos. “Todo eso le da a la cereza unas características diferentes, con un cuerpo, aroma y notas de sabor especiales que hacen que nuestro producto sea único”, concluyó Juan.
En Colombia cultivamos otras plantas alrededor del café agregándole unos toques de “frutos, chocolate, canela, panela, miel” afirmó, distinguiéndose así de otros granos a nivel mundial.
El proceso también implica otros desarrollos para que la tostión del grano y el desmembrado – quitarle la cereza a la semilla- generen unos rangos de calidad y sumen unos puntos. El puntaje también toma en cuenta si el café es de un mismo origen o si al final se mezcla con el producto de otras fincas, regiones, ciudades y hasta países.
El nivel de calidad del producto se mide con una tasa de 1 a 100. Ganadores de premios a nivel mundial han logrado entre 90 y 95 puntos. El Café del Cielo está calificado por encima de 85 puntos, destacándose como un muy buen producto.
Esta delicia proviene de una misma finca cafetera, ubicada en los dos departamentos del centro-oeste del país. “Esta peculiar característica hace que el café gourmet conserve su misma naturaleza y sea calificado de origen y no blend (mezclado)”, dijo Juan.
Algunos de los reconocimientos y certificaciones que el Café del Cielo ha obtenido durante este proceso son los de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, Kosher, Orgánico para Canadá, Orgánico para EE.UU (USDA) Rainforest, Fairtrade, UTZ y Café de Origen.
El Café del Cielo nos transporta a una vieja leyenda de hace varios siglos que cuenta que los árabes cultivaban el café en secreto; secreto celosamente guardado por años ya que se había convertido en su bebida favorita. Un mercader italiano, introdujo clandestinamente un pequeño arbusto en un país de Europa. Días después cocinó la planta en un monasterio, obteniendo una infusión oscura y amarga la cual le desagradó y arrojó al fuego junto con los arbustos. A los pocos minutos se llenó el ambiente de un delicioso aroma de café tostado y fue así como descubrió la bebida del café.
Sin embargo, esta no fue bien vista por la iglesia católica por ser proveniente de los países árabes con quienes llevaban siglos de guerras. Para evitar que su consumo se extendiera, la denominaron “Bebida Satánica”, sin tener éxito. Para terminar la controversia, llevaron la bebida al Papa Clemente VIII, quien, al beber una taza del aromático café, sintiéndose lleno de ánimo y vitalidad, comentó: “Sería pecado dejar a los no creyentes una bebida tan deliciosa. ¡Venzamos a Satanás, bendiciéndola, para hacer de ésta una bebida verdaderamente Del Cielo!”
Y fueron precisamente los jesuitas los responsables de la llegada de la semilla del café a Colombia donde se extendió su cultivo debido a algunos sacerdotes que solicitaban a sus feligreses pagar sus penitencias con la siembra de un cafeto.
Cultivado delicadamente y catalogado como el café más suave del mundo debido al proceso de producción y sus condiciones naturales como la altitud, latitud y temperatura además de sus estándares de calidad extremadamente estrictos, el café colombiano cumple al pie de la letra con las cualidades que observó el Papa Clemente VIII.