Emiratos Árabes Unidos (EAU) tiene la vista puesta en el cielo hacia su sonda Hope, que podría hacer a este pequeño país árabe codearse con las grandes potencias espaciales si logra su objetivo de entrar en la órbita de Marte.
«¿Tendrá la sonda Hope éxito en su misión de entrar en la órbita de Marte?», reza el mensaje que han recibido todos los teléfonos locales, en el que se avisa a los usuarios que estén pendientes a las 19.00 hora local (15.00 GMT) para conocer la respuesta.
Esa es la hora en la que Hope (“esperanza” en inglés) tiene previsto entrar en la órbita del planeta rojo. Si lo consigue, EAU se convertirá en el quinto país en alcanzar ese hito, tras los cuatro gigantes espaciales (Estados Unidos, Rusia, China y la India), y sería el primero del mundo árabe.
«Nos ocupamos de Emiratos. Emiratos está ocupado con el futuro», tuiteó el viceministro de Exteriores emiratí, Anwar Gargash. Más enfático fue el vicepresidente Mohamed bin Rashid al Maktum, quien subrayó en su cuenta de Twitter que el país iba a «probar al mundo que nada es imposible para Emiratos y los emiratíes» y que llevarían a los árabes «al punto más lejano del universo».
En los días previos a esta fecha clave, la prensa local se ha hecho amplio eco de lo que han calificado como el «inicio de una época más emocionante».
MAYOR CONOCIMIENTO DE MARTE
Además del valor simbólico que para un país del tamaño de EAU supondría el éxito de la misión, en el plano científico ayudaría a rellenar algunas lagunas sobre el conocimiento de Marte dejadas por otras misiones espaciales.
La misión emiratí pretende aportar información sobre tres aspectos clave durante los cuatro años que se espera que Hope lo orbite: una cobertura global de Marte, la diferencia entre el día y la noche y las variaciones estacionales.
Una de las preguntas que intentará responder es si la pérdida de oxígeno e hidrógeno en la atmósfera marciana fue clave en la transformación de Marte desde hace 4.000 millones de años hasta la actualidad.
11 MINUTOS CLAVE
La sonda Hope está programada para afrontar cualquier emergencia. Cuando llegue a la órbita marciana, la señal que informe del éxito o el fracaso de la maniobra tardará 11 minutos en llegar a la Tierra.
«Rezamos para que todo vaya bien, pero tenemos solamente una oportunidad y esperamos que los esfuerzos que todo el equipo hemos hecho desde hace seis años den resultado», dijo a Efe Hessa Rashid al Matroushi, científica jefe de la misión.
Entrar en la órbita de Marte sólo es parte del proceso de estudiar este planeta. Al Matroushi explicó que han estado estudiando la atmósfera en el espacio durante todo el trayecto de Hope hacia su destino.
Durante sus más de seis meses de viaje, la sonda ha estado analizando el polvo interplanetario con un «rastreador» de estrellas que viaja a bordo de la nave. La información que ha recopilado ha sido analizada para entender estas partículas interplanetarias dentro del sistema solar.
«Otro avance científico que la misión ha logrado hasta ahora ha sido la observación calibrada durante la fase de crucero», agregó Al Matroushi.
Esto lo han logrado con dos instrumentos que han registrado datos situados uno enfrente del otro y luego apuntando a direcciones opuestas. Ambos son los encargados de medir el hidrógeno interplanetario, crucial para entender Marte, y separarán el que pertenezca a la atmósfera marciana del que existe en el espacio exterior.