Sin hacer mucho ruido, Maria Sharapova anunció el miércoles que se retira del tenis profesional. A los 32 años de edad, la rusa puso fin a una carrera en la que conquistó cinco campeonatos de Grand Slam, alcanzó la cima del ranking mundial y purgó una suspensión de 15 meses por dopaje.
Sharapova ha estado lidiando con problemas en el hombro derecho desde hace años y salió derrotada en los últimos cuatro partidos que disputó en las grandes citas.
Esta temporada, Sharapova apenas disputó dos partidos y perdió ambos.
En un ensayo escrito para las revistas Vanity Fair y Vogue sobre su decisión de alejarse del deporte, publicado en línea el miércoles, Sharapova pregunta: ”¿Cómo dejas atrás la única vida que has conocido?”.Durante un buen tiempo, Sharapova fue una de las figuras más famosas del tenis femenino, generando muchos más millones de dólares en acuerdo de patrocinio que eclipsaban lo que se embolsaba en la pista.
Sharapova, quien se mudó a Florida cuando era niña, irrumpió en la escena del tenis a los 17 años cuando ganó Wimbledon en 2004, sorprendiendo a Serena Williams en la final. Completó una carrera de Grand Slam con dos títulos en el Abierto de Francia, uno en el Abierto de Estados Unidos y uno en el Abierto de Australia.
Reconocida tanto por su garra como por sus potentes golpes desde el fondo, Sharapova escaló a la cima en 2005, un año antes de ganar su segundo Slam en Flushing Meadows. Añadió el título Australia en 2008, y luego se coronó en el Abierto de Francia en 2012 y 2014.
Su última final de Grand Slam fue en 2015 en el Abierto de Australia, donde perdió ante Williams. En el historial directa entre ambas, Williams dominó 20-2, encadenando victorias en sus últimos 19 partidos.
En el Abierto de Australia de 2016, en el que perdió ante Williams en cuartos de final, Sharapova dio positivo por meldonio, una sustancia que recientemente había sido colocada en la lista de sustancias prohibitivas.
Después de recibir una suspensión de dos años, Sharapova apeló ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, que redujo la sanción al dictaminar que no fue un error “significativo” y que no se le podía como una ‘dopante intencional’”.
En su regreso tras cumplir la suspensión en 2017, Sharapova sólo pudo alcanzar en una ocasión los cuartos de final en un Slam.
Después de tantos éxitos dentro y fuera de las canchas, Sharapova no le dará a sus fanáticos una última despedida, como lo han hecho otros deportistas, anotándose para un último torneo.
Su último partido fue el mes pasado en el Abierto de Australia, donde perdió 6-3, 6-4 ante Donna Vekic. La derrota provocó que Sharapova se desplomara en el ranking, fuera de las primeras 350 y apareció como la 373 esta semana.
Se le preguntó tras esa derrota si esa podría ser su última participación en el Melbourne Park, y retieradamente dijo: “no lo sé”.
Pero sus dolencias en el hombro derecho le han tenido a maltraer durante más de una década.
Disputó un total de 15 partidos la pasada temporada, con marca de 8-7.
“He trabajado al máximo. No hay garantía de que cuando incluso haces todo eso, te garantizas la victoria en la primera ronda o en la tercera ronda o en una final. Así es este deporte”, dijo Sharapova tras el que resultó su último partido. “Por eso es tan especial ser campeona, al menos una vez”.