El viernes, unas lluvias torrenciales azotaron el sur de Quebec y batieron el récord de precipitaciones en Montreal. Las lluvias se produjeron tras la tormenta tropical Debby y un sistema de baja presión que se había formado sobre los Grandes Lagos.
Según cifras de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, la ciudad recibió 157 milímetros de lluvia el viernes, superando el récord diario histórico anterior de precipitaciones establecido en noviembre de 1996.
Los bomberos de Montreal indicaron que recibieron 614 llamadas de auxilio durante 18 horas entre el viernes por la tarde y el sábado por la tarde. En tres operaciones de rescate utilizaron un barco para ayudar a las personas atrapadas en sus coches en las carreteras inundadas.
Casi 35 municipios de Quebec se vieron afectados por la lluvia, un total de 1.539 casas quedaron aisladas, 344 personas fueron evacuadas de sus hogares y casi 100 carreteras se vieron afectadas, dijo el ministro de Seguridad Pública de Quebec, François Bonnardel, en la plataforma de redes sociales X.
También se han registrado varios deslizamientos de tierra en las Laurentides.
La autopista 40 está cerrada en ambas direcciones entre Louiseville y Pointe-du-Lac, cerca de Trois-Rivières.
La tormenta también ha provocado cortes de electricidad en toda la provincia. A las 13:30 horas del sábado, unos 75.000 clientes de Hydro-Québec se encontraban sin electricidad. En su punto álgido, Hydro-Québec informó de más de 550.000 clientes sin electricidad.
Hydro-Québec indicó que unos 300 trabajadores se encontraban en el lugar para resolver el problema. En un comunicado, la gran mayoría de sus clientes tendrían el suministro eléctrico restablecido a finales de la tarde del sábado.
El portavoz Louis-Olivier Batty dijo que muchos de los problemas se debieron a los fuertes vientos que derribaron ramales de las líneas y a las inundaciones en las subestaciones de la corporación de la Corona.
La Macaza, un municipio situado a unos 170 kilómetros al noroeste de Montreal, en la región de las Laurentides, declaró el viernes el estado de emergencia. Desde entonces ha abierto un refugio para las víctimas y un centro de coordinación de emergencias.
El sábado, el municipio de Chelsea, ubicado en la región de Outaouais de la provincia, también anunció que estaba en estado de emergencia durante 48 horas.
La Cruz Roja Canadiense dijo que sus equipos «acudieron al lugar de los hechos inmediatamente» y ayudaron a reubicar a los residentes de algunos centros de atención a largo plazo, residencias de ancianos y campamentos. La organización dice que sigue monitoreando la situación.
Recomendaciones para ayudar a los quebequenses a afrontar la situación
Varios residentes de la provincia quedaron atrapados por las inundaciones, según Urgence Québec.
La agencia alienta a las personas a consultar las páginas de redes sociales y los sitios web de su municipio para obtener información crucial sobre ayuda en caso de desastre.
Se ha emitido una recomendación de hervir el agua en varias zonas, entre ellas Boucherville, Saint-Bruno-de-Montarville, el distrito de Saint-Hubert en Longueuil y parte de Vieux-Longueuil. Las autoridades atribuyen el problema a una falla eléctrica que provocó problemas técnicos y una caída de la presión.
Recomiendan a los residentes hervir el agua durante al menos un minuto antes de consumirla hasta nuevo aviso.
El importante fenómeno meteorológico también afectó la red vial en varios puntos de la provincia.
El Ministerio de Transporte de Quebec pide a los habitantes de la región de Lanaudière que se mantengan fuera de las carreteras y viajen allí solo si es esencial hasta que los equipos hayan completado sus operaciones.
Las carreteras permanecen cerradas en varias regiones, incluidas Mauricie y Montreal.
