El Tribunal Supremo de Hong Kong dictaminó hoy que los dos legisladores independentistas inmersos en una polémica por la forma en la que juraron el cargo hace un mes perderán sus escaños, lo que zanja la controversia que provocó la intervención de Pekín en la vida política y judicial de la ciudad.
El juez del Supremo Thomas Au Hing-cheung resolvió hoy que las acciones de los dos jóvenes legisladores, Sixtus Baggio Leung Chung-hang y Yau Wai-ching, que utilizaron insultos y lenguaje despectivo hacia China durante la toma de posesión del pasado 12 de octubre, daban a entender que habían rechazado jurar sus cargos y, por tanto, debían ser descalificados.
El juez anuló además la potestad del presidente del Consejo Legislativo (el Parlamento de Hong Kong), Andrew Leung Kwan-yuen, para poder conceder una nueva oportunidad a los dos parlamentarios para jurar de nuevo el cargo, una opción que fue interrumpida por la demanda judicial interpuesta por el gobierno hongkonés para anular el proceso y que hoy resolvió el magistrado a su favor.
Momentos después de darse a conocer el veredicto, Baggio anunció a la prensa que apelaría la decisión del tribunal y señaló que su lucha no era en defensa de su escaño en el Consejo Legislativo sino en defensa de la ciudad, sin mostrar arrepentimiento por lo que había hecho.
Yau, por su parte, calificó de «injusta y mala» la resolución judicial y afirmó que daría a conocer a lo largo de hoy su decisión de apelar el dictamen.
El fallo judicial llega ocho días después de que el Gobierno chino, en un movimiento inusual y a través de su máximo órgano legislativo, optó por hacer una interpretación de la Constitución de Hong Kong, por la que resolvía que cualquier juramento de un cargo público que no se haga «en una manera que no es sincera o no solemne» debe ser descalificado.
De esta forma, el Gobierno chino bloqueaba de un plumazo la toma de posesión de los dos parlamentarios elegidos por voto popular en las elecciones de septiembre, lo que enfureció a los activistas pro democracia y expertos legales hongkoneses, al verlo como un duro golpe a la independencia judicial de Hong Kong, lo que llevó a que cientos de abogados y jueces de la ciudad se manifestaran la semana pasada.
El juez defendió la independencia de su fallo respecto a la intervención de Pekín y, en su decisión, consideró que Leung y Yau «no se comprometieron fielmente a sostener y cumplir sus obligaciones» que establece el juramento, ya que «objetivamente» no reconocían el principio de «un país, dos sistemas «y la importancia de un país», en referencia a la relación acordada entre Hong Kong y China tras el traspaso de la excolonia inglesa de 1997.
La controvertida situación bloqueó los plenos del Parlamento de Hong Kong durante varias semanas y sacó a miles de personas a las calles a favor y en contra de la intervención china en los asuntos de esta región, que goza en un elevado nivel de autonomía.
A las puertas de cumplirse veinte años desde la cesión de Hong Kong a China, la influencia de Pekín sobre el funcionamiento de la región es cada vez más palpable, lo que es visto por algunos como un síntoma peligroso para su autonomía y libertades.
Hong Kong, 15 nov (EFE).-